Coronavirus Galicia
La inmunización total asoma en Galicia con la administración de la doble dosis
La primera gallega vacunada con el antídoto de Pzifer hace 21 días, de 82 años, completó este domingo el tratamiento
El círculo se cerró a primera hora de este domingo, poco después de las 8 de la mañana, en la residencia compostelana Porta do Camiño. Veintiún días después de haber recibido la primera dosis de la vacuna contra el Covid y, sin reacción alguna al antídoto, la brionesa Nieves Cabo, de 82 años , se convirtió en la primera gallega en quedar totalmente inmunizada ante la pandemia. El gesto alegre y animoso que demostró cuando fue elegida como punta de lanza en la lucha contra el virus, lo repitió este domingo ante las personas que esperaban con expectación el simbólico momento . Tras ellas, tres sanitarias más de la misma residencia pasaron a estar totalmente preparadas para enfrentarse al virus. Hubo aplausos y también una sensación de alivio que en los próximos días se irá contagiando al resto de centros de mayores de la Comunidad.
Hasta el momento, y según los datos difundidos por el Sergas este sábado, se han administrado 49.768 vacunas en Galicia , la mayoría entre residentes y trabajadores —sanitarios o no— de centros de mayores, primer grupo prioritario para recibir las 18.000 dosis de la vacuna de Pfizer que la Administración central envía semanalmente a Galicia. El arranque de la segunda fase de vacunación en residencias materializado este fin de semana fue avanzado el pasado jueves por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que cifró en el 94 por ciento el porcentaje de trabajadores y usuarios de geriátricos que habían recibido la primera dosis hasta ese momento, primer paso en la carrera hacia la inmunización global, que se obtendrá cuando un 70 por ciento de la población esté totalmente vacunada.
Aunque sin fecha prevista, desde el Gobierno gallego esperan que el objetivo se cumpla antes de que finalice este 2021, aunque todo dependerá de que el flujo de llegada de vacunas se acelere y no se interrumpa de cara a los siguientes meses, críticos para contener el goteo de muertes y poner coto a los contagios, que llevan días en escalada. Por el momento, el objetivo fijado por la Xunta [comunidad que figura entre las que mayor volumen de vacunas ha puesto respecto a las recibidas con el 86 por ciento: 49.768 de 57.880 dosis] es concluir a finales de enero o principios de febrero la inmunización de trabajadores y usuarios de residencias.
De forma paralela, para no perder tiempo ante el implacable avance del virus, la pasada semana arrancó también la inmunización de todo el personal sanitario adscrito a centros de salud y hospitales de la Comunidad, que este lunes podría llegar a los 20.000 vacunados ya. En stand by quedan por el momento los centros en los que se han producido brotes de la enfermedad, y donde será necesario esperar —alrededor de 90 días en quienes hayan sufrido la infección— para administrar la segunda dosis. En todo caso, Galicia garantiza la inyección de esta segunda dosis en tiempo y forma para todos los que hayan recibido la primera, pese a la ralentización de las entregas de vacunas anunciadas por Pfizer, en pleno proceso de mejora de sus instalaciones.
Convertida en emblema de la esperanza, Nieves Cabo lanzó segundos después de completar su inmunización un mensaje de calado a quienes la escuchasen: «Que no dejen de vacunarse, que es una cosa maravillosa». Sus palabras encierran un cierto reproche a los posibles negacionistas, ante los que el Gobierno gallego abogó la pasada semana por diseñar una herramienta legal que los fuerce a vacunarse , argumentando un bien común que sus reparos podrían aguar. «Yo ni la he sentido. Les diría que la ponga todo el mundo», insistió la octogenaria, que reconoció que no tiene miedo a morir pero sí «a que venga este bicho que tanta gente mató». A ese temor extendido se refirió también la directora de la residencia donde se administraron los primeros antídotos, Vanesa Castro, que quiso dirigirse a los escépticos para pedirles que «se dejen aconsejar» por los expertos, que «para eso están». «Si hay una vacuna que llevamos esperando muchísimo tiempo, pues qué menos que todo el mundo se vacune », recetó cargada de sentido común.
Pero los de Nieves y Vanesa no fueron los únicos mensajes de la jornada. Un médico internista del CHUAC elevó la voz para reclamar a la población el «autoconfinamiento domiciliario» ante el repunte de casos derivados de las fiesta navideñas. Sabedor de que la sociedad está «cansada» y «anestesiada» de escuchar las cifras de fallecidos en los informativos, el doctor Ignacio Ramil pide que «de verdad, más que nunca, todos se tienen que quedar en su casa». « La recomendación desde hoy, desde ya, tiene que ser un autoconfinamiento domiciliario muy similar a aquella que fue la fase 0, con alguna medida de alivio en cuanto a actividades al aire libre y poco más. Necesitamos que la gente responda no solo por nuestro bien, sino por el suyo». La misma semana en la que la inmunidad total empieza a asomar a la Comunidad, el peaje de las celebraciones navideñas seguirá pasando factura con la mirada puesta en el estado de unas UCI donde «las costuras empiezan a saltar».