CUENTAS PÚBLICAS

Xunta y Gobierno chocan por el gasto en Galicia de los Presupuestos de 2022

Miñones destaca que las cuentas realizan una «discriminación positiva» con la Comunidad mientras que Feijóo las ve carentes de nuevos proyectos

Estación de ferrocarril en Santiago de Compostela MIGUEL MUÑIZ

Pablo Pazos y Pablo Pazos

Donde el Gobierno ve un «impacto histórico» de los Presupuestos Generales del Estado para 2022 en Galicia, la Xunta ve carencias y muestra su decepción. Donde José Miñones presume de desembolso, Alberto Núñez Feijóo contraataca recordando lo bajo que era el punto de partida. Dos interpretaciones en las antípodas. El choque está servido.

A las 10.30 de la mañana, el delegado del Gobierno comparecía en rueda de prensa en La Coruña para desgranar la inversión prevista para Galicia el próximo año. Serán 1.074 millones frente a los 832 que recogen las cuentas en vigor, un 29% más . Para Miñones, el incremento demuestra el compromiso real del Gobierno con la Comunidad y la «discriminación positiva». El delegado del Ejecutivo de Sánchez resaltó además que la Comunidad se lleva el 8% de la inversión territorializada total en España cuando su Producto Interior Bruto es del 5,2% y su población supone un 5,7% del total . «Puedo afirmar que estamos en una discriminación positiva que deja a Galicia donde se merece», resaltó.

El delegado del Gobierno destacó también que las transferencias a cuenta —el dinero que envía el Estado a la Comunidad para que gestione sus competencias— serán en 2022 las mayores de la historia. En estos años de gobierno de Pedro Sánchez «Galicia habrá recibido un 27,1% más de recursos que en los últimos cuatro años de Rajoy» , aseveró. Miñones esperaba que la Xunta aplaudiese las cifras y recriminó los primeros reproches que surgieron ya el miércoles durante el debate del Estado de la Autonomía. «Con esta realidad, ya no tienen cabida esos lamentos ni la confrontación, de hacerlo se estaría cayendo en una incoherencia y en una falta de credibilidad», advirtió.

Pero los reproches llegaron. En la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, Feijóo comenzó advirtiendo de que era pronto para hacer un análisis en profundidad. «No se pueden valorar en unas horas (...)y cómo afectan a Galicia», previno cuando se le pidió un análisis al respecto. Recordó que ya el miércoles, en el Parlamento, advirtió de que no le gustaba la música porque no le gusta la partitura del Gobierno: los ingresos «no son realistas» y subir impuestos «no es bueno para la reactivación económica» . A partir de ahí, rebajó el entusiasmo del Gobierno. La Xunta no está satisfecha con que Galicia reciba el 8% del total de la inversión territorializada en España, dado que partía de una cifra baja, el 6%. «Es un crecimiento aceptable, pero en ningún caso se puede considerar como el gran crecimiento con el que el Gobierno nos quiere convencer» , apostilló Feijóo. Tampoco pasó por alto que solo se ‘territorializa’ el 50% por ciento de las inversiones.

Las inversiones previstas

El Ministerio de Transportes y el de Defensa aglutinan la mayor parte de las partidas de los presupuestos para Galicia. Una vez finalizado el AVE cobra protagonismo el corredor atlántico. Una de las más amplias se destina a la red de Corredores Tent, de mercancías ferroviarias. En el próximo ejercicio está previsto que se ejecuten 226 millones. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) también contempla actuaciones en la red convencional e incluso una inversión de 15,8 millones para el tren de vía estrecha que une Ferrol con Vegadeo.

La inversión del Ministerio de Transporte se completa con un impulso a obras pendientes en las carreteras. La autovía que unirá Santiago con Lugo (A-54) recibirá 42,48 millones para el tramo entre Melide y Palas de Rei y otros 16,12 para el de Arzúa-Melide . La vía, que permitirá unir ambas ciudades en 50 minutos, lleva años de retraso y paralización de las obras. Parece que ahora cogerá impulso pero no está prevista su puesta en servicio al menos hasta el año 2024. A la circunvalación de Pontevedra (A-57) se le inyectarán 23,73 millones. La conexión de las carreteras N-12 y N-536 en O Barco de Valdeorras se lleva otra de las partidas importantes: 22,96 millones. Para las actuaciones de mantenimiento de la red viaria se destinarán otros 61,78 millones.

La construcción de la serie de fragatas F-110 en Navantia Ferrol supondrá otro de los mayores esfuerzos inversores del Estado en Galicia en 2022 . Prometidas ya por el Gobierno de Rajoy en 2017, no será hasta el próximo mes de marzo cuando se comience a cortar chapa en los astilleros. Para el próximo año hay prevista una inversión de 121,7 millones que permitirán ir iniciando los trabajos que se prolongarán a lo largo de la próxima década con un desembolso total de 4.235 millones. Para la empresa pública Naval la SEPI consigna otros 51,31 millones de euros con los que construir el taller de fabricación de subloques. No hay rastro en las partidas de otra demanda histórica del naval ferrolano, la construcción de un nuevo dique de reparaciones.

«Bloqueo de las autovías»

Para Feijóo hay poco que rescatar en las inversiones previstas. Apenas el desembolso en el corredor del Atlántico. «Es la parte más positiva» , comentó sucintamente. A partir de ahí, decepciones. La más señalada, el «bloqueo» de las autovías. «Se confirma, lamentablemente, que todas las grandes inversiones» para estas infraestructuras «no tocan en 2022», afeó. Añadió que le preocupa «especialmente» el caso de la autovía Lugo-Orense por estar «abandonada». Sin dejar de mencionar otros ejemplos, como la conexión entre Lugo y Santiago, que «tenía que estar finalizada en 2021-22» y se habla ahora de 2025.

Con este trato a las autovías, «el presupuesto no puede ser aceptado por parte de los gallegos», expresó de forma palmaria. A esto se suma otro chasco. «Se confirma que no hay proyectos nuevos de inversión en ninguna ciudad, de calado» , denunció. Véase la salida sur de Vigo o los accesos a La Coruña y Orense. Sí, hay algunas pequeñas partidas, pero cada montante, cada 100.000 euros que repasaba, los acompañaba Feijóo de gestos elocuentes para evidenciar que en la Xunta se consideran pólvora mojada.

«Vamos a ver esto con meticulosidad», insistió el presidente de la Xunta, pero esto no fue óbice para que «de forma clara» no expusiera su malestar. Aderezado por otras dudas: «Solo conocemos las condiciones de Podemos, que obligaron al Gobierno a presentar este proyecto. Pero no conocemos las condiciones de Bildu, ERC, PNV, Junts pel Si... Vamos a ser cautelosos», alertó.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación