El PP aprueba en solitario el plan para reactivar Galicia tras el Covid

El BNG y el PSdeG rechazan las «viejas recetas» populares para paliar la crisis

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el Parlamento gallego este martes M.Muñiz

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Aunque con los contagios de nuevo disparados la pandemia parezca lejos de remitir, llega el momento de paliar los efectos de la gran crisis del Covid. Y Galicia cuenta con una nueva herramienta para recuperarse del impacto de la pandemia: un dictamen de la comisión de reactivación, con 500 medidas sectoriales, que el PP ha aprobado en solitario este martes en el pleno del Parlamento autonómico. La oposición se ha desentendido al considerar que no se trata de otra cosa más que «las viejas recetas» de siempre .

La comisión parlamentaria de reactivación ha labrado este dictamen tras un arduo trabajo de casi diez meses, en los que ha tomado nota de las sugerencias de una cincuentena de comparecientes y de las recomendaciones que aportan 150 informes enviados desde diferentes ámbitos. Cuenta también con una partida anexa de 115 millones de euros , de los que la cuarta parte los manejarán las administraciones locales. Un dictamen que servirá para «la Galicia del futuro, la recuperación y la creación de empleo de calidad para los jóvenes» , según ha defendido el portavoz del PP en el Parlamento gallego, Pedro Puy. Al BNG y al PSdeG, en cambio, se le antoja «insuficiente» y «falto de concreción».

Insistencia en el «rodillo»

Los dos partidos de lo oposición recurrieron a la manida metáfora del «rodillo» parlamentario de los populares –el uso de su mayoría absoluta para imponer su voluntad en la Cámara– para no apoyar el plan. «El PP se vio forzado a una comisión, pero en realidad hizo pasar por negociación lo que no es más que un paripé» , ha criticado en el pleno la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón. En parecidos términos se ha pronunciado el líder de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero: «Solo aceptaron el 15 por ciento de nuestras propuestas, eso es unilateralismo» .

Y el grupo popular ha negado la mayor. «Entendíamos que había que hacerlo con diálogo, cosa que hicimos, tanto en el ámbito parlamentario como con los profesionales » de los diferentes sectores. Puy ha intentado responderles con datos: se incorporaron más de 50 transacciones al dictamen. Y ha aludido al plan de recuperación que había aprobado el Parlamento vasco –dominado por los nacionalistas– en el que se rechazaron casi todas las propuestas de la oposición, para contraponerlo al que ayer aprobó la Cámara gallega. El PP ofreció a la oposición 104 transacciones sobre sus planes, mientras el BNG y el PSdeG no ofertaron «ninguna».

Para no apoyar el proyecto, la oposición se ha escudado en el 'cómo' –la supuesta imposición de la mayoría absoluta del PP– pero también en el 'qué'. Lo ha hecho sin apenas entrar en el fondo del contenido, bien es cierto que el corsé temporal en las intervenciones –cinco minutos más la réplica, aunque el presidente del Parlamento, Miguel Ángel Santalices, fue generoso con el cronómetro– tampoco permitían detenerse en la letra pequeña. «Es un dictamen lleno de vaguedades , no una respuesta a la altura del momento . La receta es continuismo, las viejas recetas de siempre , en lo económico y en lo social», ha argumentado Pontón. Caballero se ha alienado con las justificaciones nacionalistas: «Es un conjunto de párrafos llenos de inconcreciones, y así no vamos bien. Una carta a los Reyes Magos . Cuantos más fondos hay, menos política se hace desde la Xunta».

Ideología y municipalismo

Críticas coincidentes en lo esencial, por momentos hasta en lo literal, hacia el supuesto «rodillo» popular y las «inconcreciones» del dictamen aprobado. A mayores, y como elemento diferenciador, Pontón ha puesto el acento en lo ideológico al criticar que multinacionales se vayan a beneficiarse también de esos fondos. Caballero ha preferido hacer bandera del municipalismo: «Si la Xunta no sabe qué hacer con los fondos, que los ponga en manos de los ayuntamientos» .

Muchas aspavientos de la oposición hacia el dictamen, pero los populares tienen claro que se trata de una herramienta de gran valor para que Galicia –ha defendido Puy–, con un «triple objetivo» : la recuperación sanitaria, la transformación económica y el incremento del bienestar social. La oposición se instala ahora en la «utopía», creen los populares, descalificando el dictamen, pero acabarán «utilizándolo mucho y exigiendo –a la Xunta– su cumplimiento» .

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