La posición más segura para los niños: en mitad del asiento trasero y siempre a contramarcha

« Cualquier objeto suelto en el coche se convierte en un proyectil en el momento de un accidente». Así de contundente responde la presidenta de Stop Accidentes, Jean Picard, a la pregunta sobre los riesgos de que los pequeños viajen con la tableta o cualquier juguete duro en la mano. La afirmación de Picard conecta con la desgarradora muerte de una pequeña de 3 años esta semana en Vilagarcía , cuya cabeza impactó contra la pantalla que iba viendo cuando se produjo un choque en cadena con un autobús escolar. «Es como tirarle a un niño una piedra de 20 kilos» , reconoce esta voz autorizada que alerta de que en lo tocante a los sistemas de seguridad infantil en el coche se ha avanzado mucho, pero «queda trabajo por hacer» .

Una de las cuestiones que más desconciertan a los padres es hasta qué edad deben viajar sus hijos a contramarcha. La normativa establece que deben mantener esta posición en el coche al menos hasta los 15 meses, aunque la DGT ya se ha manifestado en varias ocasiones a favor de que se prolongue el sentido inverso de la marcha hasta los 4 años , como ya ocurre en algunos países como Noruega. La campaña «Dale la vuelta» activada por algunas asociaciones de padres el pasado año, ya alertó acerca de esta polémica. Los datos no dejan lugar a dudas: El 95 por ciento de las lesiones son evitables colocando a los pequeños en el sentido contrario a la marcha en el vehículo.

Pero la seguridad de los más pequeños durante los traslados en carretera va más allá. Según la responsable de Stop Accidentes indica, la ubicación más segura es el centro del asiento trasero, donde el niño queda libre de los impactos laterales . También es importante confirmar que la silla está bien colocada y que los arneses están sujetos, dado que es el elemento de sujeción básico. Además, la cabeza del niño no debe sobresalir de la silla y, en el caso de los sillones elevadores para los más mayores, el cinturón nunca debe rozar su cuello. Otros errores que los padres cometen en el día a día es viajar con los niños con la mochila puesta justificándolo en que el trayecto es corto, o llevar a los menores sueltos en el caso de furgonetas. «En el coche no debe ir suelto ni el perro porque, ante un impacto, su peso se multiplica», insiste Picard.