Los populares allanan el terreno para revalidar la Xunta en otoño

El PP gallego ha cumplido en junio los objetivos que se había marcado en diciembre , la mayoría absoluta de escaños. Los resultados del 20-D, en los que se quedaba en 10 y se dejaba 5 escaños con respecto a 2011, llenaron de pesimismo a los populares, que observaban estupefactos como entraba En Marea. En cuanto a los senadores, se renovó el reparto anterior, con 12 de los 16 en juego.

Ayer todo cambió en el seno del ejército liderado por Alberto Núñez Feijóo . Las encuestas a pie de urna también se equivocaron en Galicia y pronosticaron un resultado idéntico al de diciembre. Al conocerlas, el secretario general, Miguel Tellado , pidió cautela y se limitó a recordar que volvían a ser los más votados. Finalmente, la apertura de urnas dejó a los conservadores dos diputados más que hace seis meses, y una subida global de más de 4 puntos porcentuales, hasta el 45,5% de los votos. Esto implica colocarse con un 8% más que la media de apoyo del partido a nivel nacional .

Por provincias, el resultado más destacado fue el de Orense. Cinco puntos de crecida y se rozó el 50% de los votos, para alcanzar tres de los cuatro escaños en liza gracias a un trasvase de alrededor de 2.500 votos desde Ciudadanos hacia la formación conservadora. El otro de los escaños recuperados para los populares fue uno de los que se preveía que estuviesen en juego, que fue el último de La Coruña. El PP arrebata a Ciudadanos su única butaca gallega en el Congreso, merced a una subida en torno a las 12.000 papeletas, las mismas que pierde el partido de Albert Rivera .

Pese a que no sirvió para recuperar más escaños, el PP también experimentó una fuerte subida en las provincias de Lugo y Pontevedra. En la primera, hasta un 5% y rondar el 47,5% en total. En la segunda la recuperación fue algo más modesta, con apenas un 4% hasta rebasar el 38%. Con todo, los populares consiguen una victoria en Vigo y pasan de perder por 11.000 votos ante En Marea a ganarle por más de 1.500 sufragios.

En su valoración de los resultados, el barón gallego se congratuló por la cosecha obtenida, y la valoró como un fruto del trabajo de «autocrítica y renovación» ejercida por el PPdeG desde el batacazo en las pasadas municipales de 2015. «Misión cumplida» , concluyó Núñez Feijóo.

Aunque los resultados de dos convocatoria diferentes nunca son perfectamente extrapolables, desde el partido se lee este resultado con prudencia como un avance de lo que podría suceder en las autonómicas del próximo otoño. Si los populares consiguiesen arañar más porcentaje del voto obtenido por Ciudadanos, la tercera mayoría absoluta del actual presidente de la Xunta y su equipo podría convertirse en una realidad.