Pontón transforma la investidura en un acto electoral anticipado: «Estamos preparados»

Quedan más de dos años para las próximas elecciones autonómicas, pero el BNG ya ha dejado clara su intención de convertir el gobierno de Alfonso Rueda en una larga campaña electoral. La portavoz nacionalista, Ana Pontón, ha utilizado este martes la sesión de investidura del nuevo presidente de la Xunta para desgranar los planes de un hipotético gobierno liderado por el Bloque. Para cuando ella «sea presidenta», dijo, pese a que todavía queda media legislatura por delante antes de la cita con las urnas: «El cambio de gobierno está en marcha, comenzó la cuenta atrás para un cambio de gobierno en la Xunta. Estamos preparados», afirmó Pontón ante la Cámara autonómica.

Las intenciones de la líder nacionalista fueron rápidamente detectadas por la bancada popular y por el ejecutivo. Con ironía, el portavoz del PPdeG en el Parlamento gallego, Pedro Puy, afeó a Pontón que usase la investidura de otro candidato para presentar su programa: está en su derecho, pero es como el invitado que intenta restar protagonismo al novio en su boda. Rueda, más directo en su reproche, recordó quien será el presidente: «Bienvenida a su investidura virtual de ‘Los Mundos de Yupi’. Pero el candidato soy yo».

Los nacionalistas insistieron en el relato que llevan repitiendo semanas: el de que el relevo en la presidencia de la Xunta, con la marcha de Alberto Núñez Feijóo a Madrid para liderar el PP a nivel estatal, es solo un paso más de un hipotético proceso de cambio que culminaría con Pontón al timón de San Caetano en 2024 . Y es que para el BNG, y así lo repitió Pontón en el hemiciclo, ese punto de inflexión se habría producido, en realidad, en los comicios autonómicos de 2020, con el ‘sorpaso’ del BNG al PSdeG en esa disputa de la izquierda por pilotar la alternativa a los populares: «Hay momentos en los que parece que nada cambia, pero en realidad hay un profundo movimiento de fondo que anticipa un cambio» , argumentó ante el pleno.

En este contexto, una frase de Pontón en el debate sirve para resumir lo que los nacionalistas han querido ‘vender’ ante la Cámara: «El PP representa el pasado, y el BNG representa el futuro» . Y es que, para los frentistas, Rueda no va a ser más que «un presidente accidental» , al que «no eligieron los gallegos y las gallegas», sino que tomará la alternativa «de rebote» porque «su jefe de filas [Feijóo] consideró más importante ser presidente del PP que ser presidente de Galicia». Y antes de desgranar los «planes estratégicos» de un futuro e hipotético ejecutivo encabezado por los nacionalistas –a lo que la portavoz nacionalista dedicó la mayor parte de su intervención–, Pontón se esforzó por hacer un breve pero catastrófico balance de los 13 años del gobierno de Feijóo, del que Rueda siempre ha formado parte: «Con esta hoja de servicios, no podemos darle nuestro voto », dijo, con la mirada puesta en el nuevo presidente.

Pese a que lo que se debatía ayer en la Cámara era la investidura de Rueda como presidente de la Xunta, Pontón intentó no desviar el punto de mira de las próximas elecciones autonómicas, en 2024. Allí, según el argumentario nacionalista, los gallegos se encontrarán con dos opciones: el «modelo» del PP, «que representa el pasado y no ofrece más que autocomplacencia», o el de un gobierno «solvente», encabezado por el BNG, «que puede construir una Galicia mejor». «Lo viejo y lo nuevo», resumió Pontón , en una disyuntiva que no contemplaba al PSdeG, si acaso como mera comparsa. Y todo ello con el riesgo de que, en estos dos años hasta las elecciones gallegas, su mensaje presidencialista pierda fuelle y caduque antes de verse con las urnas.