La Policía propone sancionar a un centenar de hinchas del Celta B y del Deportivo por los incidentes del derbi
Los agentes identifican a unos 50 violentos e intervienen barras de metal, defensas extensibles y palos de madera
Hubo incidentes antes y después del derbi que el pasado domingo enfrentó al Celta B y al Deportivo de La Coruña en el estadio de Balaídos. Y la Policía Nacional, que tuvo que intervenir en los altercados, propone ahora sancionar a más de un centenar de aficionados de ambos equipos en aplicación de la Ley del Deporte. Las sanciones pueden oscilar entre los 150 y los 650.000 euros , en el caso de las infracciones más graves.
El partido entre el filial celeste y el Deportivo de la Primera División RFEF, que acabó ganando el equipo local con un gol en el minuto 87' (2-1), arrancó a las 12 del mediodía, pero los incidentes ya habían comenzado horas antes. Sobre las nueve de la mañana, los agentes recibieron varias llamadas alertando de que había un nutrido grupo de hinchas en actitud violenta , según ha informado este jueves la Policía Nacional en un comunicado.
Estos individuos causaron destrozos en varios vehículos aparcados en la calle Cronista Elías Rodríguez, dirigiéndose hacia el parque de A Bouza, donde se estaba produciendo una pelea entre aficionados de ambos equipos . Los agentes se personaron en el lugar, lo que espantó a algunos jóvenes que huyeron a la carrera ante la presencia policial. La Policía pudo reducir e identificar a 50 individuos de ese grupo violento. Los agentes les incautaron varios objetos contundentes como palos de madera, barras de metal, defensas extensibles, una llave de pugilato y un extintor, entre otros.
Al final del partido también se produjeron incidentes en el mismo estadio. Cuando acabó el derbi, un nutrido grupo de aficionados del Celta B saltó al terreno de juego para dirigirse desde el césped a los aficionados del Deportivo, que estaban en la grada visitante. Algunos seguidores del equipo coruñés respondieron lanzando objetos, botellas y algunos asientos arrancados previamente.
Los vigilantes de seguridad del estadio intentaron contener, sin éxito, a los aficionados que habían saltado al campo e incluso alguno de estos profesionales acabó siendo agredido. Los agentes de la Policía Nacional tuvieron que intervenir para controlar y desalojar a los violentos , recibiendo insultos y algunos golpes.
La Policía Nacional no da por cerrada la investigación y no descarta que se pueda atribuir a algunos de estos individuos identificados delitos como daños o alteración del orden público.