Una policía de Carballo salva la vida a un niño de 6 años que se atragantó en un cumpleaños

El pasado martes Leo, un carballés de tan solo 6 años , volvió a nacer. Había sido invitado a un cumpleaños infantil, junto a su hermano gemelo y su madre, cuando algo puso a los asistentes en alerta. «Observé desde la distancia cómo su cara se congestionaba primero y después empalidecía» recuerda la progenitora en una carta de agradecimiento a la persona que le salvó la vida. Fue cuestión de segundos que Katerina Pena -'Kathy' como se la conoce en el cuerpo-, saltase de la mesa en la que estaba y le practicase al niño la maniobra de Heimlich , gracias a lo que expulsó la galleta de helado que le estaba atorando las vías respiratorias. «En la tercera o la cuarta compresión abdominal empezó a recuperarse» explica esta policía local de Carballo a ABC sobre una intervención que duró apenas unos segundos, pero que resultó crucial. En el recinto donde se celebraba el cumpleaños, los padres casi no pudieron reaccionar. «Los nervios se apoderaron de mí» recuerda la madre de Leo, que reconoce que «es imposible resumir lo que viví en aquel momento (...) la sangre se te congela y el cuerpo se bloquea» asume.

La respuesta de la agente Kathy no fue algo casual, sino fruto de la preparación que los efectivos de la policías locales de Galicia reciben durante seis meses de formación en la Academia Galega de Seguridade Pública, donde se imparten las conocidas como TAU (Técnicas Asistenciales de Urgencia). Madre y policía, el sexto sentido de esta profesional impidió que el incidente fuese a más y todo acabó, como reconoce la familia de Leo, «entre lágrimas y abrazos». «A los pocos segundos -desde que expulsó la galleta- su cara pálida empezó a coger color y a dibujar una sonrisa » expuso la progenitora. La meritoria intervención de la agente también fue aplaudida desde el concello de Carballo, que a través de una publicación en redes sociales alabó la actuación de una compañera que se encontraba fuera de servicio, pero que «cuando fue testigo de la escena decidió actuar» sin pensarlo.

La repercusión de lo ocurrido desató una oleada de comentarios entre los vecinos de la localidad, que aplauden la rapidez de la intervención y el «orgullo» para con la preparación de la agente. Y no es para menos. Las estadísticas recuerdan que la asfixia es la tercera causa de muerte en bebés y niños , solo adelantadas por los accidentes de tráfico y los ahogamientos. De ahí que los expertos recalcen la importancia de manejar técnicas como la de maniobra de Heimlinch, una «técnica muy sencilla, pero capaz de salvar vidas». Lo sabe bien la madre de Leo, que finaliza la carta enviada a su salvadora con un «una madre agradecida toda la vida» .