Coronavirus Galicia
Polémica por la instalación de arcos para desinfectar coches sin permiso de la Xunta en Ponte Caldelas
El consistorio pontevedrés colocó los dispositivos sin disponer del visto bueno de la Administración titular de las carreteras donde se ubican
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« Ponte Caldelas vuelve a ser pionera». El pequeño municipio pontevedrés, que no llega a 5.500 habitantes, se felicitó al anunciar la instalación de dos arcos desinfectantes de vehículos en las «principales arterias de entrada al casco urbano». Pero se han encontrado con una seria amonestación por parte de la Xunta: si se produce algún accidente o problema de otra índole, el concello será el «único responsable», porque la colocación de estos elementos se ha producido sin la autorización del Gobierno autonómico, en una advertencia que recoge Efe.
El concello de Ponte Caldelas informa este viernes de que ya ha quedado instalado el segundo arco desinfectante, tras erigir el pasado martes el primero. Reivindican que se trata de una medida pionera que busca proteger la zona comercial al pulverizar una solución sobre todos los vehículos que accede al casco urbano. « Quiero que Ponte Caldelas esté lo más protegida posible . Más en las próximas fases, cuando se abrirán fronteras entre provincias y países», esgrime el alcalde, Andrés Díaz.
Los arcos, según detalla el consistorio, de concepción y fabricación propia, ocupan un carril de circulación y tienen cinco metros de altura para que todos los vehículos, incluidos los camiones más altos, puedan pasar sin problemas. El sistema dispone de una fotocélulas que detecta el vehículo y, en ese momento, pulveriza el desinfectante (cloro y agua, esta última al 98,5%) , que se asegura que no daña las carrocerías.
Ponte Caldelas remarca cada arco está «perfectamente señalizado», pero ya se adivina un cierto inconveniente: además de cerrar las ventanillas, los vehículos que se los encuentren deberán reducir su velocidad de forma considerable, hasta los 10 km/h , «para que sea efectivo».
Memoria explicativa
La Xunta, en su réplica, recuerda que es titular de las carreteras PO-532 y PO-255 , en las que se han instalado los arcos, por lo que, ha requerido al Ayuntamiento una memoria explicativa de este proyecto y advierte de que, pese a que se advirtió al Gobierno municipal de que debía hacerlo, no llegó a solicitar permiso para colocar las estructuras.
Esa memoria, que debe entregarse en un plazo máximo de siete días , ha de contener información sobre las características físicas de los arcos y su funcionamiento, según recoge Efe. Asimismo, debe constar la composición del producto desinfectante.
Al instalar estos dispositivos, Ponte Caldelas habría pasado por alto que en toda actuación en una carretera es «preceptivo» disponer de un permiso de la Administración titular , en este caso la Xunta; y que sobre la calzada y las aceras solo se pueden colocar elementos provisiones, con un plazo concreto y fijado de antemano, además de estar asociados a actividades de interés público. De ahí que la delegación en Pontevedra haya advertido de que, ante cualquier reclamación o accidente que pueda originar la ubicación de los arcos de la discordia, la responsabilidad será del concello .
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