El crimen de Samuel

La pista falsa de Karim en el caso Samuel: el chico al que varios testigos señalaron por la sangre de su ropa

La paliza al enfermero coruñés no fue el único suceso de una madrugada en la que hubo más peleas

Uno de los detenidos por el crimen de Samuel, esta semana en los juzgados de La Coruña EFE | Vídeo: Atlas

Patricia Abet , Jesús Hierro y Isabel Vega

Galicia

La paliza mortal a Samuel Luiz no fue el único suceso que se produjo en la madrugada del 3 de julio en el centro de La Coruña, coincidiendo con el primer fin de semana de apertura del ocio nocturno en Galicia. El buen tiempo y las vacaciones animaron a miles de jóvenes a reunirse en las calles y los pubs de la ciudad. La mayoría de ellos disfrutaron de una noche de diversión, pero otros se vieron involucrados en altercados que, de manera indirecta, acabaron entorpeciendo la investigación del caso Samuel .

Es lo que los agentes dieron en llamar la pista falsa de Karim. Atendiendo a las diligencias policiales a las que ha tenido acceso ABC, en la primera ronda de declaraciones hubo varios testigos —dos de ellos protegidos, pero a los que la juez quitó luego esa condición— que identificaron a un joven de unos 22 años y metro noventa , que fue visto muy cerca del escenario del crimen en la misma franja horaria. La primera persona que sacó a colación el nombre de Karim fue el testigo protegido B, que alrededor de las 2.50 horas vio salir de la discoteca Moom a un hombre «en actitud nerviosa» que sacó de su bolsillo «una navaja» . Una hora más tarde, se encontró de nuevo con él «viniendo desde la zona de la playa» y le dijo que le acababan «de dar un botellazo en la cabeza a un pavo». Punto y seguido constató ante la testigo que la víctima «quedó muerta».

Durante esta conversación, la declarante manifestó a los agentes que Karim «presentaba una mancha de sangre en el puño de la manga izquierda de la sudadera que llevaba puesta ». También narró a los agentes, en los primeros compases de las pesquisas, que no se atrevió a preguntarle a Karim por la sangre que había visto dado su estado de nerviosismo. Esta declaración puso a los investigadores sobre la pista de una de las personas que, todo apuntaba en ese momento, podría haber participado activamente de la paliza. Pero no fue la única.

El testigo protegido C incidió de nuevo en esta línea de investigación al anotar que también vio al tal Karim visiblemente alterado y que «en un momento dado sacó una navaja y les dijo a las chicas que lo acompañaban que se fueran, como queriendo indicar que iba a hacer algo». Esta persona abandonó la discoteca Moom poco antes de las 3 de la mañana junto a su grupo de amigos, «entre 9 y 12 personas entre chicos y chicas» detalló este declarante, un extremo que coincidía con la agresión grupal que estaban tratando de reconstruir.

Al día siguiente, el testigo C recibió el mensaje de un amigo que le decía que un tal Karim había matado a alguien la noche anterior y tenía toda la ropa manchada de sangre. Este mensaje corrió como la pólvora por las redes y activó la maquinaria policial, que no tardó en identificarlo, localizarlo, trazar su itinerario, interrogarlo y, a la luz de los hechos, descartarlo como participante en el apaleamiento que le costó la vida a Samuel . Más tarde la Policía Judicial confirmó que el joven señalado era conocido por «meterse en broncas y peleas», ya conscientes de que no eran uno de los agresores que buscaban.

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