«La persona que mató a mi hijo salió a cazar esa noche... y cazó»
Familiares y amigos del joven tiroteado en la fiesta de San Juan claman «justicia»
Un centenar de personas asistieron ayer al homenaje que la familia y los amigos de Daniel Beltrán brindaron al joven tiroteado la pasada noche de San Juan en la playa de Arealonga. Al fallecido, natural de la localidad viguesa de Chapela, le dieron un tiro en el pecho porque recriminó a su presunto verdugo que estuviese orinando cerca de su grupo. Una llamada de atención que le costó la vida y que ayer su padre resumió con crudeza: «La persona que mató a mi hijo necesitaba un motivo, esperó una reacción y ese fue el detonante. Salió a cazar... y cazó». Entre palabras de consuelo y apoyo de los suyos, la familia de Daniel elevó la voz para exigir «justicia» y que «no haya más asesinatos, ni más crímenes, y se acabe con la violencia de una vez».
En una multitudinaria marcha que partió del instituto donde el joven estudió, el padre de Daniel, visiblemente afectado, revivió de nuevo la escena que dio pie al inexplicable crimen. «Este hombre se puso a orinar en la barandilla sobre la gente que estaba durmiendo. Entonces Dani y sus amigos le llamaron la atención. Realmente hubo suerte porque pudo haber hecho una masacre, podía haber matado a más personas, tanto a los vecinos como a la propia policía», resumió para dar cuenta del sinsentido de la agresión. Sobre el futuro del acusado por la muerte de su hijo —en prisión sin fianza por un delito de asesinato y otro en grado de tentativa— la familia del vigués instó a los jueces a que «piensen que pudo haber sido su hijo, su nieto... que piensen que era un niño excelente que no tenía que haber muerto de esa manera tan violenta», sostuvo una tía del muchacho.
Durante el recorrido, los padres de Daniel estuvieron arropados por personal del centro y por el director territorial de Educación en Pontevedra, César Pérez, que les trasladó el pésame en nombre del conselleiro del ramo. Tras guardar un minuto de silencio y realizar una ofrenda floral en el lugar en que se produjo el tiroteo, el director del instituto donde el fallecido estudió tomó la palabra para resumir los sentimientos de los allí congregados. «La violencia no resuelve conflictos, no es la fuente. No nos hace fuertes o nos libera, nos hace esclavos y acaba con vidas como la de Daniel, que terminó cuando estaba empezando. No queremos vivir en un mundo donde la muerte de Daniel sea posible», exclamó en representación de todos los presentes.
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