Las pequeñas gasolineras gallegas ven «inviable» asumir el adelanto de 20 céntimos

El desconcierto cunde en las estaciones de servicio, que desconocen cómo y cuándo se les restituirán los anunciados descuentos

Un vehículo, durante un repostaje en una gasolinera gallega MIGUEL MUÑIZ
Pablo Pazos

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«Incertidumbre y preocupación». Dos palabras contundentes para resumir un estado de ánimo. El que ha agravado los desvelos de un sector, el de las estaciones de servicio, al que ya costaba conciliar el sueño desde hacía muchos meses. El anuncio del Gobierno de que se descontarán 20 céntimos por litro repostado, como parte del plan de choque avanzado el lunes por Pedro Sánchez, tiene a muchos pequeños empresarios desconcertados y angustiados. Lo primero, por la falta de información y las contradicciones del Gobierno sobre la entrada en vigor (1 o 4 de abril). Lo segundo, por pura imposibilidad. En palabras a este diario de Julio López, presidente de Fegaes, la federación gallega de estaciones de servicio: « No podemos asumir esa bajada ni adelantar esa bajada ; menos aún sin saber exactamente cómo hacerlo».

Denuncia que el desconocimiento es absoluto. Que todo lo que saben es por los medios de comunicación. Que incluso las federaciones nacionales se encuentran en esta tesitura. Y que, a su vez, se ve impotente para aclarar las dudas de los asociados, a los que lleva dos días «intentando calmar». Son jornadas en las que el teléfono echa humo. «Solo sabemos que tenemos que bajar 20 céntimos, pero no tenemos ni idea de qué forma nos lo van a devolver », remarca.

Esa «fórmula», advierte, «tiene que ser muy inmediata». Porque para algunos supone lisa y llanamente una quimera: «Hay gasolineras donde el expendedor es el propio autónomo. Él y su mujer y su hijo. 20 céntimos es una barbaridad de dinero , no se le puede pedir a una microempresa que ponga 20 céntimos porque no los tiene y el banco no se los da».

López no se muerde la lengua. «Había miles de formas de hacerlo, miles; sencillas, directas, y no involucrando a unos pequeños empresarios que están en un momento muy delicado», clama. Vienen de meses sin poder ganar «ningún margen comercial», asegura, y ahora se encuentran con esta medida que solo les ofrece dudas. Por ejemplo: los gasolineros que no acuden al mercado libre, no a operadoras, que son las que habrán de reembolsar 5 de esos 20 céntimos (los otros 15, el Gobierno). «¿Quién es el que devuelve ahí el dinero?», se pregunta. E insiste: «No tenemos capacidad para bajar 20 céntimos y esperar (...) no se sabe a cuándo para que nos lo reintegren».

Pactos incumplidos

Si a media tarde de este martes los gasolineros seguían sin información de primera mano, otro tanto le ocurría nada menos que al líder de facto de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, cuando a media mañana se le volvió a preguntar por el paquete de medidas del Gobierno para afrontar el alza de precios. El presidente de la Xunta insistió, desde Pereiro de Aguiar (Orense) en que Pedro Sánchez « tiene que cumplir su palabra », dada en la conferencia de presidentes celebrada en La Palma, que fue la de «bajar impuestos» para «disminuir la inflación», que tildó de «insoportable».

Feijóo se mantenía a la expectativa de lo que se acordara en el Consejo de Ministros, firme en su demanda; también en el compromiso de estudiar el plan «automáticamente» si Moncloa, al fin, lo facilitaba, letra pequeña incluida, al PP, para trasladar las propuestas correspondientes del PP. « Somos un partido de Estado », enfatizó. Por eso insistió en que serían «prudentes», y en un tono algo más contenido que la víspera, subrayó su intención de «creer en la palabra» de Sánchez, «escrita en la declaración institucional» de la conferencia de presidentes. Aunque sonó más a reclamación con tintes de amonestación que a auténtica expectativa.

A partir de ahí, volvió a llamar la atención de la situación «crítica» que atraviesa España, con una inflación desbocada como «mayor problema» que aflige a una economía que ya venía castigada por la pandemia y la subida previa de precios, agravada por la guerra en Ucrania, pero anterior a la invasión orquestada por Vladimir Putin. «Por este orden», insistió.

Tras haber «llegado tarde a todos los problemas», volvió a recriminar a Sánchez, ahora es «fundamental» que éste se atenga al compromiso con el que se selló la cita de La Palma. « Yo confío en la palabra del presidente del Gobierno », dijo. «Si se ha comprometido en bajar impuestos, delante de todos los presidentes autonómicos (...), ese plan del Gobierno tiene que contener una bajada de impuestos», repitió. En vano, como ha quedado más que constatado.

Si no se disminuye la inflación, advirtió, «lo que podemos hacer es seguir incrementando» los precios, pero no solo: también, desgranó, el gasto, el déficit y la deuda. En esencia, «empeorar la situación». « No podemos seguir incrementando los precios a este ritmo . No lo resisten ni los salarios, ni las pensiones, ni la capacidad adquisitiva, ni las familias, ni las empresas», alertó.

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