José Luis Jiménez - PAZGUATO Y FINO

Pedir perdón

A las víctimas del Franquismo les ha perdido perdón la Historia con mayúsculas, resarciéndolos con la verdad de lo sucedido en el 36

Con dos retratos de José López Bouza y Ánxel Casal presidiendo el acto, la Diputación de La Coruña quiso homenajear ayer a los alcaldes republicanos de la provincia represaliados y asesinados por el franquismo, ahora que se cumplen 80 años del levantamiento militar que derivó en la Guerra Civil y cuatro décadas oscuras de nuestra historia. Nunca un homenaje a un ciudadano que perdiese su vida por defender ideas democráticas estará de más ni será inoportuno, pero somos un país empeñado en flagelarnos por lo sucedido en el 36, por importar uno de los momentos más negros del pasado reciente y utilizarlo en el presente, como si hubiera cuentas pendientes que ajustar.

Me han resultado llamativas las palabras de Alfredo Suárez, nieto del alcalde homónimo de La Coruña que fue asesinado por los golpistas: «Para perdonar, el que agrede tiene que pedir perdón». Y puedo compartir su sentir y el poso de la reflexión. Aunque si lo aplicamos al particular que nos ocupa, ¿quién tiene que pedir perdón a las víctimas del Franquismo ochenta años después del golpe militar y más de cuarenta desde la restauración democrática en España?

Veamos posibilidades. ¿Los familiares de los líderes insurrectos? Y digo yo, ¿qué responsabilidad moral tiene un nieto o un hijo de tal o cual militar o falangista sobre los crímenes que cometió o ideó su antepasado? ¿Qué exigencia cabe hacerle a quien ni siquiera pudo haber nacido cuando todo sucedió? Otra opción: los poderes públicos. ¿Acaso cabe reclamarle a un sistema democrático que se responsabilice de atrocidades de un régimen autocrático? ¿Las instituciones de que hoy goza la España constitucional deben asumir sobre sus espaldas crímenes del pasado? Parece del todo descabellado y desproporcionado.

Y la tercera opción es que la demanda esté dirigida a la derecha española, hoy constituida a través de partidos políticos democráticos y constitucionalistas, basándose en el argumento retorcido y torticero de que les cuesta condenar el Franquismo. Eso, al menos en Galicia, es una falacia. El PP de Feijóo no se ha ruborizado en votar a favor de condenas públicas al régimen de Franco. ¿Qué suerte de reproche cabe hacerle a sus dirigentes?

A las víctimas del Franquismo les ha perdido perdón la Historia con mayúsculas, resarciéndolos con la verdad de lo sucedido en el 36. Sus padres y abuelos no fueron sino representantes de la ciudadanía, elegidos democráticamente, liquidados por militares que dieron una asonada contra el legítimo Gobierno de España. No es el relato ni de los ganadores ni de los perdedores, es la verdad, que no entiende de dobleces. No sé si será consuelo suficiente. Al menos es realista y debería ayudar a pasar página. Ya va siendo hora.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación