Para un 59% de niños el uso de antibióticos llega antes del año de vida

El desarrollo de resistencias a los antibióticos por efecto de un uso desmedido de este tipo de medicamentos y del abuso de formulaciones de amplio espectro constituye un problema sanitario de primer orden , que compromete la capacidad de respuesta de la medicina a las infecciones . La efectividad terapéutica de los antimicrobianos se acorta a un ritmo sostenido, sin que la industria del medicamento alcance a proponer nuevos principios activos capaces de vencer multirresistencias y rellenar las grietas abiertas en el arsenal terapéutico actual. La tasa de utilización de antibióticos española es una de las más altas de Europa, y Galicia presenta uno de los mayores índices del espacio comunitario en el uso de antibióticos poco selectivos , como la amoxicilina con ácido clavulánico. Y en ese escenario global, apunta la Dirección Xeral de Saúde Pública, preocupa de modo singular el adelanto de la edad de uso de antibióticos .

«El impacto del mal uso de los antibióticos es más preocupante todavía cuando se produce en las primeras etapas de la vida, ya que se asocia tanto a la resistencia bacteriana como a una disfunción del sistema inmune », expone Saúde Pública en el último «Boletín Epidemiolóxico de Galicia», recogiendo los resultados del estudio sobre la frecuencia de uso de antimicrobianos en los niños de la Comunidad. La investigación constata un elevado consumo de antibióticos en el primer año de vida. El 58,6% de los menores tomó este tipo de fármacos en sus primeros doce meses y la proporción de niños expuestos a los antibióticos crece a razón de un 18% por cada mes a lo largo de ese primer año. Asimismo, al 58% de los niños de cero a cuatro años en 2015 y al 59% en 2016 se les prescribió algún antibiótico a través de recetas de la sanidad pública autonómica, un dato al que habría que sumar las prescripciones firmadas por la sanidad privada.

Más allá de la prevalencia del uso de antibióticos, la investigación indaga en los factores que pueden determinar una mayor predisposición de los niños al uso adelantado de antimicrobianos entre los cuatro y los dieciséis meses de edad. Y aquí, la asistencia del menor a escuelas infantiles es, con claridad, el condicionante más claro (3,57 puntos de riesgo). Tener hermanos es el siguiente factor en importancia (1,57), seguido de la exposición ambiental al humo del tabaco (1,3). La probabilidad disminuye en cambio cuando la madre tiene más de 40 años y para los niños alimentados por lactación materna.

En cuanto al tipo de antibióticos más utilizados entre los menores de cinco años, el estudio identifica las penicilinas como protagonistas del 69% de los envases dispensados con cargo a recetas públicas , seguidas de los macrólidos (22%). Amoxicilina (41%), amoxicilina con ácido clavulánico (27%) y azitromicina (20%) fueron a su vez los principios activos de uso más recurrente. Datos, apunta el estudio, que concuerdan con «los niveles de resistencia observados en los casos de enfermedad neumocócia invasora ocurridos en Galicia en el bienio 2015-2016», con un 17,4% de supuestos no sensibles a la penicilina y un 23% no respondedores a la eritromicina (en ambos casos, unos de los niveles de resistencia más altos de Europa).

Como recomendaciones, Sáude Pública insiste en proteger a los menores de la exposición a humo de tabaco , aboga por reforzar la formación de los profesionales de escuelas infantiles en la prevención y control de infecciones y sugiere una reducción del número de niños por aula.