La oposición politiza la movilización de Vigo previa al 8-M
Los convocantes fijan en 15.000 la cifra de participantes en la marcha de ayer
Miles de mujeres recorrieron ayer las calles de la ciudad olívica bajo un mismo lema, el de «demostrar la fuerza de las gallegas» . Detrás de la pancarta, los grupos de la oposición, que no dudaron en adherirse para criticar las políticas de igualdad de la Xunta. Solo un día después de que el presidente del Gobierno gallego reclamase que el 8 de marzo no debía convertirse en «un campo de juego para ganar votos», desde las filas del BNG Ana Pontón se mostró «harta de que los gobiernos no asuman la igualdad como prioridad política» . «Esta movilización es la oportunidad para dar un golpe en la mesa de los gobiernos del PP para decirles que las mujeres estamos hartas de la discriminación, de la desigualdad y de las políticas machistas», aseveró.
En igual sintonía y eslogan en mano, Gonzalo Caballero reivindicó que los avances en los derechos de las mujeres «llevan el ADN de los socialistas» y la responsable de Feminismos de En Marea Ana Seijas, instó a reclamar un presupuesto que permita poner en marcha políticas de Estado contra la discriminación laboral y social de las mujeres.
Por su parte, las organizadoras de la manifestación defendieron que este domingo fue un «día de lucha desde la riqueza de la diversidad» , al tiempo que clamaron contra la brecha salarial, el techo de cristal, la división de trabajo por géneros, la violencia machista, la explotación sexual y contra de los «privilegios» de los hombres. Atendiendo al recuento de la organización, más de 15.000 personas —la mayoría de ellas mujeres— secundaron esta marcha en Vigo, antesala de las manifestaciones programadas para el próximo jueves 8.
Cánticos y música
La protesta se inició al filo de las 12.15 horas en el cruce de Vía Norte con Urzaiz, tras una pancarta con el lema «Para transformar la vida de las mujeres». Fue, señalaron las convocantes, una movilización con carácter reivindicativo, marcada por el color violeta de la vestimenta de gran parte de los participantes, con presencia femenina pero también masculina , y con cánticos, batucadas y música que pusieron la nota de color a la protesta previa al 8M.
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