El Obispado de Lugo se reafirma en el traslado del cura de Friol

Los vecinos de Friol llevan meses manifestándose en contra del traslado del párroco del pueblo . Un movimiento que el Obispado de Lugo reduce a una simple «redistribución del clero», pero que los feligreses se han tomado como una auténtica afrenta. Movilizaciones al pie de las iglesias parroquiales, pancartas ante la sede del Obispado , presencia en los medios de comunicación e incluso una misiva explicando su situación que llegó a manos del embajador de España en el Vaticano. Todo, según indican los vecinos, con el objetivo de que el que fuera cura de Friol durante catorce años regrese a su puesto, ocupado ya por otro religioso. Aducen que se trata de una persona amable, que «ayudaba a todo el mundo» y que volvió a llenar las iglesias. Sin embargo, desde el Obispado no dan el brazo a torcer y ayer expusieron sus motivos. Según el vicario mayor de la diócesis, Mario Vázquez, «ceder en este caso ante lo que se pide sería atentar contra el principio de igualdad y la justa redistribución del clero en la diócesis» .

En este sentido, el representante del obispado defendió que la solución buscada para Friol era adecuada «después de pensarlo mucho» y tras «haber escuchado a las distintas instituciones de la diócesis». Por ello, considera que acceder a la petición de los vecinos supondría «concederles un privilegio a algunos grupos que no son la mayoría de los fieles católicos practicantes» . Los vecinos, por su parte, insisten en sus movilizaciones amparados en que «formamos parte de la Iglesia y tenemos derecho a opinar sobre la decisión del traslado de don Ramón». Por el momento, el pulso se mantiene.