Galicia
La normalidad de la ‘nueva selectividad’ gallega
Los alumnos se muestran «tranquilos» ante las medidas para frenar los contagios y admiten que los exámenes de la ABAU, de este martes al 10 de junio, son «los más importantes de cara a su futuro»
Galicia afronta tres días de exámenes de Selectividad. Este martes, 8, y el 9 y 10 de junio, los alumnos gallegos de segundo de Bachillerato tienen una meta: volcar todos los conocimientos adquiridos durante el año en varias pruebas. La nota de esos exámenes ‘decidirá’ su futuro: «No se acaba el mundo» si no terminan de conseguir la calificación deseada, «pero es muy importante para nosotros», admite Luis Estévez, alumno del colegio Eusebio da Guarda, en La Coruña. A sus 18 años, quiere estudiar Medicina y la nota de corte es alta, pero él ya parte con una nota media de 10 en Bachillerato.
Como a otros muchos alumnos, le hubiese encantado que la Selectividad hubiese sido «normal», pero este año, al igual que ya ocurrió en 2020, el coronavirus hace que los contenidos parezcan pasar a un segundo plano, no para los jóvenes, sino para los demás. Mascarilla, distancia social, gel hidroalcohólico y todo tipo de medidas para evitar el contagio en un grupo de edad «que aun continúa sin vacunar», advierte Pedro Armas, presidente de la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG). «No será un problema, al menos eso espero», admite Luis, puesto que ya están acostumbrados a todas esas medidas después de un año acudiendo presencialmente a las aulas de su centro. Allí se implantaron unas disposiciones que fueron «un éxito» reivindica Isabel Ruso, la directora del centro Eusebio da Guarda.
Además de la mascarilla, la incertidumbre ha sido uno de sus acompañantes durante prácticamente todo el año. «Teníamos miedo de una nueva cuarentena», admite el joven aspirante a alumno del grado de Medicina en Santiago de Compostela. Algo que secunda otra joven, estudiante de un centro vigués, María Rodríguez: «También teníamos miedo de que cambiasen las cosas, pero cuando se publicaron los protocolos... En ese momento ya pude respirar tranquila». Esta chica quiere estudiar Arquitectura y reconoce que «cualquier décima cuenta» para conseguir su sueño.
«Poder escoger nos facilita las cosas, pero hay una doble vertiente: las hace más sencillas a nivel individual, pero todos tendríamos esa ventaja», admite Luis. A nivel competitivo, eso hace «que tengamos más presión», reconoce también la aspirante a arquitecta . Por eso, ambos coinciden en que lo mejor «es llevar la materia muy bien preparada, con pocas dudas», y eso solo se consigue «a base de estudio y esfuerzo». Así lo están intentando para conseguir la nota que les abra las puertas de su futuro universitario.
Los profesores han sido una de las partes más implicadas en ello. Saben que «una décima» es la que hace que sus alumnos entren en la carrera de sus sueños, así que tuvieron que adaptarse «muy rápido» para dar los contenidos. Algo que Luis y María agradecen: «Las aulas digitales y las videollamadas» ya forman parte de su éxito.