Juan Soto - EL GARABATO DEL TORREÓN
Se necesitan explicaciones
Corridos tantos años y tanta agua bajo los puentes, descubrimos ahora que los diputados lugueses del PP todavía no se enteraron de que en España hubo una guerra civil
Creíamos que, a la vista de la impericia mostrada en el caso del diputado Martínez y de las reiteradas muestras de enemistad con la Gramática exhibidas por el portavoz del grupo, correspondía a los representantes del PSOE en la Diputación de Lugo el número uno en el escalafón de la estupidez política. Tal honor, sin embargo, que dábamos ya por incontrovertible, le está a punto de ser arrebatado a la peña socialista por la alelada representación del Grupo Popular, incapaz no solo de entender el presente sino también de asimilar el pasado. Eso es, más o menos, lo que el inolvidable Vidal-Beneyto llamó en cierta ocasión «enajenación del cargo».
Porque resulta que ahora, corridos tantos años y tanta agua bajo los puentes, descubrimos que los diputados lugueses del PP todavía no se enteraron de que en España hubo una guerra civil con cientos de miles de muertos, de encarcelados y de exiliados. No se enteraron, porque si se hubieran enterado no se habrían opuesto a la propuesta de condena contra el golpe franquista de 1936 presentada por el gobierno provincial en el último pleno de la corporación.
Es cierto que con el pretexto de la «memoria histórica» —ese negocio del que se lucran unos cuantos granujas y otros tantos ignorantes— se están cometiendo auténticas tropelías revanchistas. Pero hay certezas que conviene saber situar por encima de toda rivalidad partidista. Y tragedias cuya enormidad reclama, todavía hoy, la condena de todos, al margen de conveniencias coyunturales o de oportunismos electoralistas.
¿Qué razones pueden argüir los diputados populares para negarse a suscribir el golpe franquista y la represión desatada por el régimen instaurado como consecuencia del mismo? Si esas razones existen, deberían exponerlas con la mayor claridad argumentativa. No vaya a ser que algún malicioso puede pensar que el PP lucense es reo de una cuestión insuperable. O víctima de un contrato de raíz freudiana, o sea no de orden ideológico sino genealógico: fidelidad a los orígenes.