Alberto Varela
Navidad sin ganas
Con un vistazo a la decoración podemos saber si al alcalde le importan estas fiestas, o si las organiza simplemente por hacer el paripé
Una Navidad sin ganas, ni es Navidad ni es nada. Uno puede quedar para cenar con la familia, discutir con los cuñados, ir de resaca en resaca y engordar a base de polvorón y llamarle como quiera, pero la Navidad es otra cosa. En el ámbito municipal ocurre lo mismo, con un vistazo a la decoración podemos saber si al alcalde le importan estas fiestas o si las organiza simplemente por hacer el paripé. Si es de los que celebra sólo por comer cigalas. Dirán que las creencias son una cosa personal y es cierto —ningún regidor nos va a sacar la Navidad de nuestras casas— pero a uno se le alegra el corazón al comprobar que aún quedan algunos que se lo toman en serio. En Ourense, por ejemplo, ya tienen luces y han presentado un programa ambicioso, con música gospel, panxoliñas e incluso fuegos de artificio la noche de Reyes. Jesús Vázquez decía que «no son luces, es ilusión» y subía emocionado fotos a las redes sociales.
En el otro lado de la balanza, y como tristemente es habitual, está Santiago, que en esto renuncia a ser capital. Cada vez que se le pregunta al alcalde por la programación de este año insiste en que estemos tranquilos, que no se va acabar el mundo. No se da cuenta el regidor compostelano Martiño Noriega de que cuando el organizador de una fiesta lo hace a desgana la cosa no puede salir bien. El pasado año esperó casi a Nochebuena para decorar y se topó con caras largas incluso entre los suyos, ahora quiere tenerlo listo antes, pero le falta la ilusión que sí tiene su homólogo orensano.
Por cierto, en lo que van a tener que empezar a creer va a ser en los Reyes Magos, porque tanto a Martiño Noriega como todos sus amigos de Ferrol y La Coruña sólo les queda la magia para intentar recuperar la confianza de los que les votaron en las municipales y se lamentan cada día de haberlo hecho. Pero de Oriente les van a traer carbón, y no del de azúcar precisamente.