Una mujer gallega guardó su ataúd en el salón de su casa durante dos décadas
Josefa Rego murió el pasado 31 de agosto y dejó todo organizado para este día, de hecho, hasta se hizo fotografías dentro del féretro para ver cómo quedaba
Hay personas muy perfeccionistas que quieren dejar todo atado, hay casos que incluso hasta su muerte. Mª Josefa Rego , más conocida como Fina de Rivera, una vecina de Guitiriz, en Lugo, murió el pasado 31 de agosto con 99 años . Sin embargo, llevaba casi 20 años diseñando este momento.
Desde la muerte de su marido, decidió que debía ser ella quien se encargara de organizar todo lo relacionado con su entierro. De modo que compró un ataúd , que guardó durante todo este tiempo en el salón de su casa , y contrató a un fotógrafo para que les hiciese unas instantáneas para ver cómo quedaría ella dentro.
El dueño de la funeraria, José María Teixido , explicó que cuando recibió la llamada de la anciana no le quisieron vender el féretro pero que finalmente «consiguió convencer a un carpintero local» y «nosotros, a través de una de las empresas que nos suministra los féretros, conseguimos el tapizado interior».
Asimismo, redactó una esquela «hace unos 15 años» para dar las indicaciones necesarias para su propio funeral sobre los autocares que iban a trasladar a sus vecinos hasta la iglesia de Santa Mariña, de Guitiriz, donde esta tarde se oficiará su funeral, y acerca de las paradas que tenían que hacer en cada lugar para recoger a la gente. Teixido dijo que «era una mujer muy divertida, muy peculiar, con la que teníamos mucha confianza», comentó a EFE.
Finalmente, tras su muerte, Teixido comentó que cuando fueron a recoger el ataúd en el piso de Riviera había unas llaves con una nota en la que señalaba que correspondía al nicho en el que debía ser enterrada en el cementerio de Guitiriz.
