Una moción de censura devuelve la alcaldía de Noia al más votado
Santiago Freire fue elegido alcalde con votos del PP y de dos ediles independientes, para «garantizar un gobierno estable»
Santiago Freire se convirtió ayer en alcalde de Noia (La Coruña) tras prosperar la moción de censura planteada por los ocho concejales del PP y dos ediles de N.O.I.A. contra el alcalde socialista, Miguel Paz . De esta forma, el Partido Popular, la fuerza más votada en las municipales, recupera el bastón de mando. La mayoría de centro derecha la completaron dos ediles independientes, que como destacó el regidor, «ya fueron en su día ediles del PP, y con lo que tras las elecciones se inició una fase diálogo que cristalizó en una censura».
El formato del pleno permitió varias intervenciones de los portavoces de los grupos y la defensa del alcalde de un «nuevo proyecto para Noia». En este sentido, Freire insistió en la necesidad de tener un gobierno local «estable» , como ya argumentó en el texto de la moción de censura que fue leída al inicio de la sesión, y se marcó como «objetivo prioritario» gestionar «con eficacia» los proyectos que necesita «esta hermosa villa». Sin extenderse en su discurso tuvo palabras para los sectores productivos de la localidad y la gente del mar, algo que tuvo eco en forma de algunos abucheos desde las gradas. «Por mucho que algunos digan lo contrario, estaremos a su lado, pero siempre a través del diálogo». Santiago Freire se marcó como reto que la localidad «recupere al menos parte del prestigio de antaño» . Antes de finalizar su discurso, dedicó «un reconocimiento» a quienes ostentaron el bastón de mando antes que él.
Tanto el portavoz del PP, Julio Bustelo , como el edil independiente, José Pérez, respaldaron la llegada de Freire a la alcaldía. El edil del PP recomendó al PSOE analizar «qué pasó» para que los independientes «huyeran de su lado». Por su parte, el concejal independiente agradeció al alcalde socialista su trabajo por el bien de los vecinos de la villa y defendió la «honradez» de los 17 concejales, no solo de quien la reclama para sí mismo.
Y desde el gobierno socialista saliente, el exalcalde, Miguel Paz, confesó que se va «con la conciencia tranquila y la dignidad intacta» y reprochó a Santiago Freire, que «no fuese capaz de enfrentarse a su partido» para «defender a su pueblo», en referencia al proyecto de Ley de Acuicultura paralizada por la Xunta.
Los reproches socialistas hacia el nuevo regidor los completó José Manuel Lage, quien relató lo sucedido en Noia como la historia de «dos concejales que actuaron con deslealtad, como tránsfugas, y después para justificar su postura alegaron nula gestión en el ayuntamiento». En términos similares en cuanto al fondo pero con mayor brusquedad en la formas se manifestó el portavoz de Marea Cidadá, Manuel Seijas , quien espetó al alcalde que «para estar en política hay que ser decente».
División de opiniones
El alcalde de Noia, Santiago Freire, contó con el respaldo de los diputados autonómicos Moisés Blanco, Miguel Prado e Hipólito Fariñas; mientras que el diputado socialista, Emilio Vázquez, dio apoyo moral al alcalde cesante y los tres concejales.
La sesión celebrada en el polideportivo de la localidad contó con la asistencia de unas 500 personas divididas en dos bandos . Aunque no se produjeron incidentes, no dejaron de interrumpir durante algunos momentos el pleno jaleando a los intervinientes. Finalizada la sesión plenaria los concejales abandonaron el pabellón sin complicaciones.
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