La mitad de los jóvenes santiagueses piensan que los celos implican amor

Amor y celos van de la mano. Al menos, eso creen la mitad de los alumnos varones participantes en una encuesta encargada por el concello de Santiago que se realizó en distintos centros de la capital. Los resultados de la consulta, que tuvo como protagonistas a estudiantes de tercer curso de la ESO —13 y 14 años—, son más que alarmantes. Frente a un 50 por ciento de los hombres, que ligan amor y celos, hay también un 25 por ciento de mujeres que así lo considera. Pero las revelaciones de este estudio van más allá. Los datos reflejan que entre los chicos existe un mayor grado de interiorización de los estereotipos de género, como los relativas a que las mujeres son quienes deben encargarse de los cuidados , que son más sensibles o que tienen mayor capacidad para perdonar o soportar situaciones adversas en el marco de una relación.

Estas falsas creencias, muy asentadas entre los jóvenes, radican en dos de las premisas que perseguía el estudio al intentar diferenciar entre el sexismo ‘benévolo’ y el sexismo ‘hostil’. El primero de ellos se basa en las supuestas características femeninas (comprensión, sensibilidad) mientras que el segundo está sostenido en la inferioridad de las mujeres sobre los hombres . Otra de las conclusiones del estudio es que el grado de interiorización del sexismo entre la adolescencia aumenta entre aquellos que afirman estar enamorados o haberlo estado.

Las respuestas de los estudiantes que participaron en la investigación también dejan al descubierto los problemas a la hora de vincular machismo y violencia de género. Así, solo el 44 por ciento de los hombres relaciona el machismo como causa de la violencia de géner o, porcentaje que se eleva al 66 por ciento entre las mujeres. Además, el 46,2 por ciento de los hombres adolescentes no interpreta el aislamiento de la pareja como una situación de violencia de género frente al 24,2 por ciento de las chicas.

La interpretación que los adolescentes gallegos hacen de las relaciones de pareja y de los códigos que las rigen entroncan con los datos dados a conocer este martes por la Fiscalía, que señalan que en 2017 los casos judicializados en la Comunidad referidos a violencia machista entre menores ascendieron a veinte, un 25 por ciento más que los 16 registrados un año antes y cuatro veces más que los cuatro vistos en 2014. Según el fiscal superior de Galicia, estos datos ponen el foco sobre la reproducción de actitudes machistas procedentes del mundo adulto. Un fenómeno que la secretaria xeral de Igualdade del Gobierno gallego lleva tiempo analizando y que ligan directamente con publicidades, letras de canciones, anuncios e incluso programas «que convierten a la mujer en un objeto sexuado» , cosificándola y representándola como un ser débil.

Campañas como la de «Stop al mal amor» tratan de llegar a los estudiantes gallegos para erradicar de sus cabezas ideales machistas y llevar a los institutos planes de igualdad que fomenten el respeto por todos los sexos y rompan esta peligrosa espiral.