Más chalecos para poner freno a los atropellos mortales de peatones

El año pasado fueron 18 los fallecidos en Galicia. De enero a febrero ya suman 4

Molano, Villanueva, Vázquez y Dobarro, durante la reunión de ayer EFE

P. Abet

Durante el pasado año, 18 personas perdieron la vida en Galicia arrolladas por un vehículo mientras cruzaban la carretera. Se trata de uno de los accidentes más comunes en la Comunidad, muy propicia a ellos por las características de su clima y la dispersión geográfica que, a falta de aceras, obliga a muchos vecinos a transitar por las vías secundarias que atraviesan sus localidades. De todo ello son conscientes los responsables de la DGT y los mandos de Tráfico de la Guardia Civil, que ayer se reunieron con el delegado del Gobierno en Galicia y con la responsable de la cartera de Infraestructuras para lanzar una nueva campaña de prevención de los atropellos , con especial incidencia en las zonas rurales.

El mejor camino, coincidieron, es retomar el reparto de chalecos reflectantes que permiten que el viandante sea visto por el conductor a más distancia y en situaciones marcadas por la lluvia o la niebla. La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez , reveló que la fecha elegida para relanzar la campaña no es baladí; coincide con el cambio de hora que tendrá lugar este mes y que favorece que un mayor número de personas transiten por las carreteras interurbanas de la Comunidad. Los destinatarios de este plan enfocado a frenar las muertes por atropello tienen un perfil claro: personas mayores de 65 años que residen en zonas rurales y que se mueven con un exceso de confianza por su área vecinal. En muchas ocasiones visten de colores oscuros y tienen limitados los movimientos y la capacidad de reacción, lo que puede convertir un accidente en fatídico.

En total se repartirán alrededor de un millar de chalecos que buscan visibilizar a los peatones para facilitar su propia seguridad y la de los conductores que circulan por estas vías. Desde Tráfico advierten que, más allá de la edad de los peatones, la dispersión de la población en determinadas poblaciones y el complejo entramado viario gallego, propician este tipo de siniestros. En lo que va de año, la nómina de fallecidos ya suma cuatro casos.

Conductor ebrio a la fuga

Casi al mismo tiempo que se daba a conocer la campaña para prevenir los atropellos, en La Coruña un conductor ebrio protagonizó una huida por el centro de la ciudad al verse cercado por los agentes de Tráfico. Sin permiso de conducción y con una tasa de 0,38, el hombre inició unas maniobras temerarias que lo llevaron a poner el serio peligro la vida de los demás usuarios de la vía, incluidos conductores y transeúntes. «Cruzó una rotonda a gran velocidad, atravesó la mediana e invadió el sentido contrario de la circulación obligando a los demás usuarios a realizar maniobras evasivas», explicaron los agentes en su informe. A continuación, el vehículo efectuó varios cambios de sentido, rebasó de forma arriesgada a varios coches parados en un semáforo, se subió a la acera poniendo en riesgo a los peatones e impactó frontalmente contra una farola. Poco después, chocó lateralmente contra otro turismo, momento en el que fue detenido . Se lo acusa de conducción temeraria, desobediencia grave y de conducir sin haber estado nunca en disposición del carnet.

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