Galicia
Dos marineros muertos tras el hundimiento de un barco en Cedeira
Ocho tripulantes más han sido rescatados y llevados a puerto. El cerquero accidentado, el Siempre Güeto, tiene base en Portosín
Dos marineros fallecieron este jueves en un naufragio que, a las pocas horas de producirse, se tradujo en una nueva tragedia en el mar. Las alarmas saltaron en torno a las 13.30 horas cuando el cerquero ‘Siempre Güeto’, con base en Portosín, volvía de faenar en el Cantábrico. Durante el viaje de regreso, y ya en la zona de Punta Candieira, muy cerca de Cedeira, un golpe de mar mudó sus planes. Aunque las causas aún están siendo investigadas, todo apunta a que un golpe de mar volcó la embarcación de forma repentina , dando muy poco margen de reacción a la tripulación.
De los diez marineros que iban a bordo, ocho fueron rescatados al poco tiempo de caer al agua por el ‘Argote 2’, también con base en el puerto de la comarca de O Barbanza. Todos se encontraban en buen estado de salud, aunque fueron atendidos por los servicios médicos que se desplazaron al lugar. Un noveno marinero logró ser auxiliado por el buque ‘Sempre Urbegui’ pero cuando lo sacaron del agua ya estaba herido de gravedad, por lo que fue izado y trasladado hasta el hospital de La Coruña por el helicóptero Helimer 402. Dos horas más tarde se confirmó su fallecimiento .
El golpe fue doble porque esta muerte se acompañó de la aparición del décimo pescador, que había caído al agua junto a sus compañeros pero que estaba desaparecido . En su búsqueda, que se prolongó durante tres horas, participaron el helicóptero ‘Helimer 401’, la lancha ‘Salvamar Betelgeuse’, ambos de Salvamento Marítimo, además de la lancha ‘LS Langosteira’ de la Cruz Roja. Asimismo, los pesqueros ‘Pasa Aquí’, ‘Maruxia’, ‘Maruxia Segundo’, ‘Siempre Urbegi’ y ‘Riobao Uno’ también colaboraron en el rescate del cuerpo. La noticia se extendió rápidamente por los puertos gallegos, donde el dolor se volvió a instaurar en un gremio en el que los naufragios representan siempre el peor de los desenlaces.
En Portosín, origen del cerquero accidentado, las banderas ondean a media asta desde que se confirmaron las dos pérdidas. «Ninguno de nosotros sabemos dónde ni cuándo va a ser nuestro día . Impotencia y enorme tristeza es lo que sentimos» escribía uno de los compañeros de puerto de los fallecidos.