Alberto Varela - Crónicas Atlánticas
Mareas contra todo
¿Van a emplear en las sedes de IU, Anova y Podemos a los obreros que se queden fuera de las empresas que detestan?
Las buenas noticias suelen pasar desapercibidas, las malas tienen mucha más difusión y de ahí que los que solo ven, leen y escuchan medios de comunicación de izquierdas no se habrán enterado de que acumulamos 30 meses de bajada interanual de paro y 25 de subida de afiliación a la Seguridad Social.
Suele ocurrir que una empresa que abre no ocupa lugar en los informativos, otra que congela el salario a su plantilla es primera plana y por eso una parte del electorado sigue sin ver la recuperación económica y está convencida de que el Gobierno solo ha empeorado la situación. Rechazan los recortes y no valoran que los inversores vuelvan a confiar en nosotros ni que hayamos perdido el miedo a quedarnos en la calle.
Desde la seguridad económica que da un escaño, a AGE le ha faltado tiempo para pedir que se paralice Reganosa en Mugardos y que se expulse a Ence de Pontevedra. También le buscan peros al polo de investigación de drones de Rozas, en Lugo, y a los encargos de eólica marina de Navantia en Fene. Han intentado poner la zancadilla a la ampliación de la Citroën en Vigo, en La Coruña llaman al boicot de Inditex y en Orense se oponen a la construcción de la autovía con Ponferrada.
En una hipotética Galicia gobernada por las Mareas, ¿dónde trabajaríamos? ¿Van a emplear en las sedes de Izquierda Unida, Anova y Podemos a los obreros que se queden fuera de las empresas que detestan?
Con estos planteamientos sorprende que el Partido Socialista continúe con su discurso de favorecer todo aquel gobierno que no sea del PP y que se sientan más cerca de ese radicalismo económico que de los planteamientos del centro-derecha...
¿Y los sindicatos? El fin de semana pasado pedían en la calle más empleo, ¿qué opinan de los cierres masivos y paralización de proyectos que propugnan sus camaradas de la política? Habría que oírlos si fuese el PP quien pidiese la eliminación inmediata de un centro de trabajo. En abril 3.644 gallegos dejaron las listas del paro, pero a algunos las buenas noticias no les interesan.