GALICIA

En Marea retoma el diálogo para celebrar sus primarias «con garantías»

Una reunión del comité electoral y la comisión de garantías baraja del 15 al 17 de diciembre

El líder de En Marea, Luís Villares MIGUEL MUÑIZ

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La crisis de las primarias de En Marea encara posibles salidas. El comité electoral y la comisión de garantías de la confluencia sortearon algunos reproches que los enfrentaban en los últimos días y se llegó a barajar, tras una reunión celebrada a última hora de la tarde de ayer, posibles fechas para la celebración de las votaciones. Una de las más valoradas, si nada se tuerce, pasa por que los inscritos sean convocados a las urnas para el fin de semana del 15 al 17 de diciembre, después de que el primer intento saltara por los aires, el pasado viernes, tras la denuncia de una supuesta «intromisión» en el censo. Fuentes de la coordinadora recalcan que las primarias se celebrarán una vez se hayan sellado «todas las garantías». De lo contrario, el proceso seguirá estancado.

Después de varios días de tensión y hostilidades internas, la confluencia retoma la senda del diálogo. La comisión de garantías —en funciones, y compuesta por afines a Luís Villares— y el comité electoral —con mayoría del sector de David Bruzos— volverán a reunirse el próximo lunes para concretar el procedimiento. Lo harán ya con los resultados de las dos auditorías encargadas por En Marea (una interna y otra externa) que se espera que arrojen luz sobre la presunta alteración de la lista de inscritos.

En el encuentro de ayer, según algunos asistentes, todavía no fue posible cotejar las conclusiones, pero la mayoría de los asistentes hicieron valer el principio de buena fe y se juntaron en torno a la idea de que, ante la crisis más grave del partido desde su creación, era el momento de limar asperezas.

El calendario seguiría el mismo guion que el establecido para las votaciones fallidas del 1 al 3 de diciembre. La plataforma habilitada para el voto se abriría el sábado 15 hasta el lunes 17, fecha en que previsiblemente se proclamarían de forma provisional los resultados. En liza, Luís Villares, apoyado por la actual dirección, y David Bruzos, secundado por Podemos, Anova, Esquerda Unida y los alcaldes «rebeldes», se disputan controlar el máximo órgano entre asambleas, el Consello das Mareas.

El encuentro fue cordial, según aseguran algunos presentes a este diario. In extremis, ambas sensibilidades estuvieron«bastante de acuerdo» en que «había que salir adelante», tal y como resume una fuente que opina que es necesario dar «presunción de inocencia» a los «compañeros» del comité electoral acusados por la coordinadora de haber alterado —o al menos, accedido sin consentimiento— al censo. En los últimos días, la dirección de En Marea había puesto encima de la mesa la posibilidad de que, en caso de hallar algún tipo de violación de la Ley de Protección de Datos, esta sería llevada a la esfera correspondiente. Incluso los tribunales.

El «desgaste» del proceso, como confiesan de puertas adentro, estaba pasando factura a la organización, de modo que ayer se hizo un alegato a favor de «tirar para adelante» y de «no perder fuerzas» mientras los rivales del partido miran desde la barrera como los ánimos en el rupturistmo se envilecen.

Llamada a la responsabilidad

Ayer, de hecho, continaron las llamadas al diálogo entre los principales rostros y agentes de la confluencia. Si el pasado lunes fue Martiño Noriega quien apeló a la búsqueda de una solución pactada, igual que Esquerda Unida o Podemos, ayer otro de los respaldos de Bruzos, Antón Sánchez apeló a la «responsabilidad» de la formación para que «cuanto antes» se vuelvan a poner las urnas. «Lo que pasó no es bueno», resaltó el responsable de Anova y viceportavoz de la confluencia en el Parlamento, que recordó que cualquier anuncio que no sea «una fecha de votación garantías» solo contribuye a enfangar el terreno y evitar que se dé «una solución satisfactoria». Por ello, declinó valorar la actuación de una u otra candidatura en el proceso.

Hasta el momento, nadie dentro del partidos se ha atrevido en público a valorar la idea de una posible fractura, como ocurrió con las salidas en la etapa final de vida de AGE, la génesis de En Marea. «Creemos que hay que estar centrados en resolver esto», zanjó Sánchez.

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