En Marea culpa de su fracaso a la «campaña del miedo y al Brexit»

Los populistas ofrecen al PSOE la posiblidad de formar «mayoría de cambio» en Galicia

Los diputados electos de En Marea realizaron este lunes una valoración de los resultados MIGUEL MUÑIZ

M. SUEIRO/D. DOMÍNGUEZ

La comparecencia coral de los diputados y de la senadora electa de En Marea el día siguiente a su derrota en las urnas presagiaba una justificación llena de matices tras el fuerte retroceso de los populistas en las generales. La pérdida de 60.000 votos y el « empate técnico » con el PSdeG-PSOE precisan de «autocrítica», pero de un revisionismo limitado, según indicaron los portavoces. En realidad, tanto Antón Gómez-Reino , como Yolanda Díaz , trataron de circunscribir a « factores externos » el retroceso de la coalición a la espera «del vacíado del CIS». En todo caso coincidieron en apuntar como determinantes la campaña «del miedo» y el resultado del referendo en Reino Unido» como la « causalidad inmediata ». Además, Díaz reparó que en Galicia, se produjo una «recomposición» de la derecha en torno al PP, aunque no es incompatible con una «consolidación del espacio de cambio representado por las mareas».

La comparecencia coral permitió comprobar distintos matices y análisis en los ponentes. El militante de Podemos, Antón Gómez-Reino, reconoció que hay «espacios que no se sintieron cómodos» con el proceso, como son algunas mareas locales, por lo que apostó por « tratar de sumar a este espacio de En Marea » a las personas que se quedaron fuera. Además, y preguntada por ello, la número uno por Pontevedra, Alexandra Fernández , admitió que hubo «un voto nacionalista que quedó en el aire», pero no quiso aventurar cuáles son las causas hasta conocer «todos los datos».

Esta última reflexión provocó un gesto de desagrado de la diputada de Podemos, Ángela Rodríguez , que se mantuvo ausente durante toda la rueda de prensa. En este sentido, según confirmó ABC, la electa mantiene discrepancias sobre el peso de la identidad nacionalista en la confluencia.

En todo caso, todos los intervinientes hicieron un ejercicio de voluntarismo. Gómez-Reino apostó por «ir más allá» y «volver a interpelar a más gente», pero aseguró que los 344.000 votos cosechados les permite afirmar que « la consolidación del espacio de cambio en Galicia está representado por las mareas ». «Con autocrítica, sumando esfuerzo, volviendo a sumar a las mareas municipalistas».

Y con respecto al futuro se negaron a revisar sus exigencias. La coordinadora de Esquerda Unida, Yolanda Díaz , considera que por «el bien común y porque Montepío le queda cada vez más lejos a Feijóo deben adelantarse las elecciones». La dirigente comunista no tiene dudas de que « en Galicia habrá cambio y En Marea liderará el proceso ». A este respecto, Díaz y Gómez-Reino volvieron a «tender la mano al PSdeG» y les instaron a sumarse a los « gobiernos de las mareas ».

Batacazo en sus feudos

La acusada bajada de las Mareas presentó picos en las ciudades, los lugares que precisamente habían sido el motor de sus éxitos en diciembre. Los populistas se han dejado entre las dos convocatorias unos 65.000 votos , lo que supone casi tres puntos porcentuales con respecto a lo obtenido en las pasadas generales.

Entre las mayores caídas que registran las candidaturas de izquierda radical se encuentran los lugares en los que gobiernan, lo que hace intuir que la gestión del último año empieza a pasar factura en las urbes de la provincia de La Coruña. Precisamente en el concello que lidera Xulio Ferreiro los rupturistas han perdido casi un 5% de votos, con unas 7.500 papeletas menos que el 20-D.

También ha recibido un severo castigo Martiño Noriega en la capital gallega. En diciembre había sido el único de los alcaldes que no había subido en votos, repitiendo el techo de 16.000 que le habían valido para ganar los comicios municipales de mayo. En la cita del domingo, la Marea perdió en Santiago del orden de 2.500 sufragios y más de 3,5 puntos porcentuales en seis meses . Por su parte, en Ferrol el descenso no ha sido tan pronunciado, pues no llegó a los 2.000 votos y ronda el 2,5%.

Aunque no gobiernan, el mejor de los resultados de En Marea el 20-D habían sido cosechados en Vigo. En la urbe más poblada de Galicia, los populistas ganaron los comicios con una distancia de 11.000 votos con respecto al PP. El 26-J, se revirtió esta situación y pasaron a ser segunda fuerza tras perder más de 8.000 votos, con el PP superándolos por 1.500.

En el extremo opuesto, el único alcalde urbano de Galicia que parece haber rentabilizado su gestión municipal es el único que tienen los conservadores desde el 24-M. En la ciudad de Orense, Jesús Vázquez impulsa a los suyos con 1.500 votos más y una subida hasta rebasar el 40% de los apoyos de sus vecinos .

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