ENTREVISTA
Manuel Añón: «A mí no me molesta que mi vida interese»
Es hijo de uno de los hombres más ricos de España, pero él solo vive para la hípica
![El jinete Manuel Añón tras disputar varias pruebas del concurso hípico de Casas Novas](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2016/08/01/manuel-jinete-anon-ku5B--620x349@abc.jpg)
El año pasado, un nuevo empresario gallego se coló entre las más ricos de España con una fortuna que supera los 400 millones. Su nombre: Manuel Añón, el magnate de A Laracha que controla el imperio siderúrgico de Hierros Añón. Según la revista «Forbes», ya es el séptimo más acaudalado de Galicia y el número 93 del país. Su hijo, Manuel Añón Jr., triunfa en un mundo muy lejano al de las minas, las inmobiliarias, los molinos eólicos y los polígonos industriales que han dado fama y fortuna a su familia.
A sus 24 años, Añón Jr. es uno de los jinetes más laureados del circuito hípico español. Este fin de semana volvió al complejo hípico de Casas Novas de Arteixoa o, lo que es lo mismo, a su segunda casa. Comenzó a montar siendo un niño porque «tropezó» con los caballos, y tras obtener reconocimientos y triunfos exhibe cada año su fortaleza física y deportiva en los certámenes más renombrados del circuito hípico europeo.
Vive en Madrid, pero pasa temporadas en el extranjero. Su meta es seguir trabajando para lograr el reconocimiento deportivo y el triunfo en las distintas competiciones.
—La pregunta inmediata es por qué alguien con su palmarés no estará en los Juegos Olímpicos de Río
—Yo tenía iguales o mejores resultados que alguno de los que van a ir a Río, pero no solo se basa en los resultados, por lo que hemos podido ver. En todo caso, trabajaré para estar en Tokio 2020.
—¿Está decepcionado por esta decisión que parece poco justificada?
—No. No solo no entiendo los criterios que se han seguido para la selección, sino que no sabemos cuáles son. Si se hubiesen definido los criterios, podríamos saber por qué sí o por qué no.
—Su familia pertenece a la élite del empresariado español. Usted no ha dejado de lado su formación. Sin embargo, ¿va a centrarse a partir de ahora más en la práctica deportiva?
—Ya desde muy pequeño, además de estudiar, porque nunca he dejado los estudios, me dedicaba bastante a la competición y al deporte. En estos años he tenido buenos resultados y desde ahí he decidido proseguir con mi carrera.
—¿Cómo ha llegado a la hípica?
—Empecé a montar en Casas Novas gracias a los señores que lo abrieron porque vivo a 50 metros de aquí. El camino del colegio pasaba por esta carretera, fue casual, probamos, nos aficionamos y tampoco practicaba otro deporte.
—Y enseguida comenzó a comprar caballos...
—Sí. Empecé a montar con 9 años y con 11 compré mi primer caballo, Harry. A día de hoy de tenemos una finca de entrenamiento con doce caballos en competición y tengo otros siete que están en el campo, en recuperación.
—¿Para competir hay que salir de España?
—Es necesario estar fuera de España constantemente. La competición nacional tiene cada año más nivel, pero si tú no sigues el circuito te quedas al margen de la alta competición.
—¿Está preparado para suscitar interés más allá de su faceta de deportista? ¿Le molesta sentirse observado?
—No es malo ni bueno. Está a la orden del día. Lo que es malo es que la prensa asocie y hable fuera de la realidad. La prensa del corazón es única por las barreras que llega a sobrepasar. A mí no me molesta que mi vida les interese. Yo si tengo una relación con una persona pública me podría esperar que eso ocurra, pero si no la conozco ni tengo ninguna relación, pues me molesta, y esto ocurre. En todo caso, cuando me preguntan sobre mi vida respondo sinceramente. Yo me dedico al trabajo, a la familia y al deporte.
—¿Y la relación entre un caballo y su jinete? ¿Se afianza o puede haber flechazo?
—Es un binomio. Es una relación de varios años de preparación, de convivencia y entrenamiento. Aumentar tu cuadra y tu equipo no se hace de forma inmediata. Se necesitan varios años de entendimiento y preparación La relación entre el caballo y el jinete tiene un proceso difícil de explicar porque tiene trabajo e historia.
—¿La hípica está poco valorada como disciplina deportiva?
—Es un deporte tan poco común y tan poco comparable a los demás que los aficionados lo conocen bien, pero no se puede entender como el resto de disciplinas.
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