José Luis Jiménez - PAZGUATO Y FINO

Maniobras y patochadas

La Marea debutó ayer a lo grande en el Parlamento con un ridículo circo de promesas a cada cual más risible

JOSÉ LUIS JIMÉNEZ

Convertir los gestos excepcionales en rutinas pintorescas acaba convirtiéndolo todo en un burdo espectáculo. La Marea debutó ayer a lo grande en el Parlamento con un ridículo circo de promesas a cada cual más risible, con un Villares llegando a comprometer su vida por la felicidad de los gallegos. Tanto no se le pide, de verdad , nos basta con un poco de rigor, ese que gastaba en su otra vida de juez, esa que tan lejos se nos antoja ahora. A partir de ahora empezaremos a juzgar si los excesos de Villares fueron fruto de la agitación de la campaña o forman parte de su ADN político. Veremos, pues.

Excepcional sí parecieron los cambios en el grupo popular, con Diego Calvo y Raquel Arias recolocados en la Mesa del Parlamento. Feijóo es poco dado a alterar aquello que funciona, y sin embargo aquí sí ha movido ficha. En el caso de Arias, es un claro guiño a la dirección provincial lucense de Elena Candia. Se despeja a una política que disputó el liderazgo del PP de Lugo a la alcaldesa de Mondoñedo, y perdió . Por tanto, cabía concederle a Candia la potestad para recoser el partido en la provincia con su aguja y su hilo. Y es probable que el nuevo delegado territorial sea fruto del acuerdo de Feijóo y Candia. En el PP sí se respetan los territorios.

Con Calvo se corre el riesgo de realizar una lectura en clave sucesoria de Feijóo, de si traerlo a Santiago es situarlo en una coordinada determinada y tal. Es demasiado pronto en esta legislatura para construir elucubraciones en este sentido, y allá quien quiera hacerlas, porque estará contando una película de indios. A Calvo se le premia por los sobresalientes resultados del PP coruñés el 25-S, y se le asciende en el escalafón institucional. Ferrol no podrá presumir de alcalde competente, pero sí de contar con tres políticos en el gobierno gallego, su Parlamento y la dirección del PPdeG.

Quedan por delante, al menos, dos años de continuidad respecto al último gabinete de Feijóo. Y después llegará ese año clave que es 2018: las municipales en el horizonte, el fin de la corta legislatura estatal que se prevé, el congreso regional del PPdeG... Hagan apuestas sobre quién entra y quién sale. Todo parece posible.

Mientras llega ese momento, seguiremos preguntándonos qué le ofreció el PSOE a la Marea para seguir ocupando la bancada de primer partido de la oposición sin serlo. Y de paso, quién decidió dejar una suerte de cordón sanitario entre los diputados socialistas y el resto. Gran misterio.

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