NATALIDAD
«Ser madre a los 45 te da más serenidad»
ABC analiza las distintas edades de la maternidad empezando por el testimonio de una madre de 45, el grupo de edad que más crece en detrimento de las de veinteañeras
Las madres de más de 40 años en Galicia ya duplican a las que tienen menos de 25 . La edad media a la que las gallegas dan a luz por primera vez ronda los 33 y aumenta año a año el grupo de las que no se estrenan hasta los 50, un total de 68 en 2018. Detrás de este retraso de la maternidad se esconden causas evidentes como la falta de estabilidad económica o laboral, que a medida que pasa el tiempo se abrazan a los cada vez más frecuentes problemas de fertilidad. Mara Barral, una compostelana de 51 años, conoce bien lo que es luchar para convertirse en madre , aunque lejos de idealizar esta circunstancia la aborda con un discurso real y ejemplarizante. Su historia arranca cuando con 34 años se casa y ella y su pareja —diez años mayor— deciden ser padres. «Pasamos por varios intentos fallidos, un aborto y muchas frustraciones. Es un proceso muy duro cuando intentas ser madre y no llega. Pasaron cuatro largos años hasta que nació nuestra primera hija», explica. En este momento Mara tenía 39 años y la idea clara de ampliar su familia pese a la edad. «Así que vuelta a empezar. Sufrí otros dos abortos, mucho más dolorosos, y llegamos a un situación extrema en la que yo tenía 43 años y nuestra única esperanza era un embrión congelado, porque con esa edad ya no me hacían más tratamientos», recuerda esta profesora de inglés. El milagro se obró y tras un embarazo de riesgo nació Chiara.
Habían pasado casi diez años desde que la pareja tomó la determinación de crear una familia, sin idea de los problemas que esta decisión acarrearía, una situación cada vez más frecuente. «En ese momento ya tenía mi familia y la sorpresa llegó cuando, a los 18 meses de tener a Chiara y de manera natural , me quedé de nuevo embarazada». En este momento, Mara tenía 45 años y su marido 55. Una edad en la que ya había descartado volver a ser madre, en la que los biberones y las noches en blanco empezaban a formar parte del pasado.
«La situación nos desbordó. Yo me asusté mucho porque pensé que era una premenopausia, nunca un embarazo. Me preocuparon mis años y el cómo sobrellevar un embarazo después de las pérdidas que había tenido, así que estaba convencida de que no iba a ir adelante», revela Mara. Finalmente, su tercer retoño nació con 4 kilos . Sobre la experiencia de tener un hijo a los 45, la docente reconoce que se vio sorprendida por la «normalidad» con la que los médicos abordaban su situación. «Noté que a medida que yo avanzaba en edad había más mujeres en mi situación y ya estaba normalizado . Yo preguntaba si con mi edad tenía que cogerme la baja, y me decían que no había motivo. Lo que antes era un embarazo de altísimo riesgo por la edad, en cuestión de poco tiempo, dejó de serlo», asume en una charla con ABC. Este recorrido por la maternidad y sus aristas lleva a Mara a reconocer que «nada es como nos venden». «Las madres de antes renunciaban a todo para tener a sus hijos. Por eso no podemos comparar entre generaciones. El problema es que ahora tratamos de llegar a todo, tenemos que ser supermujeres, y es imposible», critica esta madre por partida triple. «Estamos muy exigidas a nivel social porque en la calle está la idea de que todas tenemos que ser madres perfectas y tener hijos perfectos, porque parece que son nuestro currículum social, casi como una exposición».
A todas las mujeres que se encuentran en el mismo escenario que ella, Mara les lanza una reflexión sobre las ventajas y los inconvenientes de enfrentarse a una maternidad llegado el ecuador de la cuarentena. «Lo bueno es que a esta edad tienes muy claro lo que quieres y lo que deseas, y eres consciente de que la vida te va a cambiar mucho. Es un pro haber vivido lo que tenías que vivir en tu juventud, por eso yo prefiero este orden, el de primero vivir y disfrutar y después tener los hijos . Otra ventaja es que te obliga a estar movilizada constantemente y eso te rejuvenece y se nota a nivel físico. Y sobre todo, que a esta edad vives la maternidad con mucha más serenidad . Si hubiera sido madre con menos años, no lo hubiera llevado tan bien». En el capítulo de contras, Mara se sincera y confiesa que «cosas como tomar un café o quedar con alguien, que a esta edad apetecen» siguen estando vetadas.
Galicia tiene una de las tasas más alta de la UE de madres primerizas que superan los 35 años. Un 42% de ellas lamentan que tuvieron su primer hijo hasta un lustro más tarde de lo que hubiera querido. La estadística arroja otro dato llamativo, Galicia es ya la comunidad española con más mujeres menores de 30 años sin hijos, el 93,5%.
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