Luis Ojea - La semana
No todo vale
Si es necesario aplazar las elecciones gallegas y vascas deben aplazarse. No puede jugarse con la salud pública
En política, como en cualquier otra faceta de la vida, hay límites que no conviene traspasar nunca. Por decencia y por principios. Banalizar la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 e intentar arañar con soflamas demagógicas un puñado de votos aprovechándose de la alarma social provocada por la expansión del coronavirus es una de esas fronteras que no deberían cruzarse. Nunca. No, no todo vale. En la situación actual, lo importante, lo único importante, es que los expertos y los científicos orienten a las autoridades sanitarias en la adopción de las medidas necesarias para garantizar la salud pública.
Hay cosas con las que no puede jugarse. Si es necesario aplazar las competiciones de fútbol y baloncesto, se aplazan. Si es necesario cerrar los museos, se cierran. Si es necesario limitar las concentraciones de personas en recintos cerrados, se limitan. Y si fuese recomendable llegado el caso retrasar la fecha de las elecciones gallegas y vascas, ¿por qué no iba a retrasarse? Si lo que está en juego es la salud de los ciudadanos, ¿cuál es la duda? Si puede verse afectado el normal desarrollo de la jornada electoral, ¿cuál es el dilema? Estamos hablando de la salud de las personas . A no ser que algunos estén pensando en otras cosas.
Ese, en realidad, podría ser el problema. Que a algunos la salud o la sanidad públicas les preocupa solo relativamente. Solo les interesa tanto en cuanto puedan arañar un puñado de votos. Por eso ni siquiera se sonrojan cuando afirman que en Galicia se han cerrado en los últimos años diez hospitales. ¿Cuáles? ¿Dónde? No saben ni en qué país viven. Por eso no se ruborizan ni cuando les pillan con el carrito del helado afirmando que el coronavirus lleva al límite a la sanidad madrileña que tras años de recortes del PP dispone de 3.300 profesionales de la salud menos, cuando en realidad las estadísticas oficiales certifican que hoy en esa comunidad hay más personal sanitario que en el 2010. El problema es que la realidad a algunos no les importa demasiado. En concreto, para ser exactos, nada.
La política es algo demasiado serio como para caer en frivolidades simplonas. Pero si hay un ámbito en el que sería absolutamente irresponsable hacerlo es en materia de salud pública. No, no todo vale. Aquí, no. En una situación como esta, no. La crisis sanitaria, social y económica provocada por la expansión del Covid-19 por todo el planeta es un asunto demasiado serio y complejo como para tomárselo a la ligera. Sobra cualquier atisbo de cuñadismo. Sobra cualquier tentación de hacer partidismo con esto. Sobra cualquier cálculo electoral. Lo único que cabe en una situación como la actual es escuchar a los expertos y científicos, aplicar sus criterios y seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias. Actuar con diligencia, determinación y premura y olvidarse de cálculos interesados.
Sin alarmismos. Con mesura. Con proporcionalidad. En alerta, pero no alarmados . Lo urgente es intentar cortar la cadena de transmisión, limitar la exposición de la población de riesgo y atender a los infectados por el virus. Y, en paralelo, no deja de ser importante también efectuar los ajustes que resulten necesarios para tratar de mitigar las consecuencias sociales y económicas que esta crisis sanitaria está provocando.
Y ahí toda la sociedad debe ser responsable . Todos. Los estudiantes que regresan de ciudades donde se ha suspendido la actividad lectiva. Las personas a las que se les pauta un periodo de aislamiento en su domicilio. Y también, sí, los políticos.
En este terreno no caben frivolidades. En un asunto tan sensible solo se puede esperar que los dirigentes políticos, el Ejecutivo Central, los autonómicos y los líderes de los distintos partidos de la oposición en cada escala, sigan y refuercen las recomendaciones y criterios de las autoridades sanitarias y los científicos. Si ello implica no poder ir a un campo de fútbol este fin de semana, no se va. Y si lo que es aconsejable es aplazar las elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco, deberían aplazarse . No puede jugarse con la salud pública. No, no todo vale.