Luis Ojea - LA SEMANA

Kramer contra Kramer

De cara a las elecciones autonómicas el Gobierno amigo será el gran lastre de la izquierda gallega

Una vicepresidenta del Gobierno califica como «absurda y contraproducente» una medida de su ámbito de competencia pactada por el partido del que forma parte y de la que ella no estaba informada previamente. Otro vicepresidente de ese mismo gabinete –pero de otro partido que sí conocía los términos de lo que se estaba negociando– asegura tajante que lo «firmado es lo acordado» y no se tocará. Un grotesco espectáculo que no solo evidencia la deriva de despropósitos en los que se ahoga cada día el Ejecutivo Frankenstein , sino que sirve de advertencia de lo que sería a escala autonómica un multipartito de la misma naturaleza en el que, si suman suficiente para desbancar al PP el 12J, tendrían que convivir los líderes de PSdeG, Galicia en Común – Anova – Mareas y el BNG.

De cara a las elecciones autonómicas el «gobierno amigo» será el gran lastre de la izquierda gallega . Todos, por activa o por pasiva, están contaminados por los errores de Sánchez e Iglesias. Socialistas y rupturistas porque forman parte y son protagonistas de ese disparate. Y los nacionalistas, en el papel de cómplice, por haber apoyado la constitución de ese gabinete y seguir amparándolo. Todos, tirios y troyanos, son responsables de las necedades que cada día surgen de la Moncloa y se verán arrastrados por esa sucesión de dislates.

Todos, unos en el rol de coautores y otros como colaboradores necesarios, son culpables de la nefasta gestión de la crisis de la Covid-19 que ha llevado a cabo el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. De haber obviado las alertas internacionales que advertían de la enorme peligrosidad del coronavirus. De no haber adoptado a tiempo las medidas necesarias para contener la epidemia. De haberse excedido en la aplicación de un mecanismo tan excepcional como el Estado de Alarma. De haberlo prolongado mucho más allá de lo aconsejable. De haber improvisado mal, rematadamente mal, la desescalada. De haber exhibido un sectarismo extremo en todas y cada una de las decisiones económicas que se han tomado al amparo de esta situación extraordinaria. Y eso es lo que va a ser examinado y evaluado por la sociedad el 12J.

Unos por acción y otros por omisión, pero, en todo caso, ninguno –ni el PSdeG, ni Galicia en Común ni el BNG– han optado por desmarcarse de los despropósitos del Gobierno. Podían haberlo hecho. De hecho, otros líderes autonómicos socialistas –Javier Lambán, por ejemplo– y rupturistas –como Miren Gorrotxategi– han construido su propio discurso al margen del dictado por Iván Redondo. Al igual que otros partidos independentistas –el caso de Esquerra es paradigmático– se han desvinculado del acuerdo de investidura de Sánchez e Iglesias. Pero en Galicia, en cambio, Gonzalo Caballero, Antón Gómez Reino y Ana Pontón –cada uno en su escala y rol– han bendecido –activamente o con su silencio cómplice– los disparates que cada día protagoniza la Moncloa. La gestión de la crisis sanitaria y la errática gestión de la salida económica a esta recesión. Esa será otra clave del 12J: ¿quién quiere la sociedad gallega que pilote la nave en tiempos tan convulsos?

En esta tesitura, los tres líderes de la izquierda se verán arrastrados por la errática gestión del Gobierno, pero también, además, por lo que ese Ejecutivo evidencia. La inestabilidad, frivolidad e irresponsabilidad que implica hoy por hoy una coalición de la izquierda actual. Lo que hoy sucede en la Moncloa –vicepresidentes a la gresca, ministros corrigiendo a otros ministros, miembros del gabinete desmintiendo a otros miembros de ese gabinete o un presidente ocultando los términos de una negociación económica a su número dos en la esfera económica– es exactamente lo mismo que sucedería en San Caetano si Caballero, Gómez Reino y Pontón suman suficiente el 12 de julio y constituyen un Frankenstein gallego.

Sucedió, sucede y sucederá cada vez que socialistas, populistas y nacionalistas se mezclan en un ejecutivo. Pasó en el bipartito de Touriño y Quintana. Pasa en la coalición de Sánchez e Iglesias. Y pasará si PSdeG, Galicia en Común y Bloque constituyen un pentapartito a partir del próximo 12 de julio. Mismos protagonistas, misma trama y mismo desenlace. Esta película ya la hemos visto.

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