Luis Ojea - La semana
Estrategia kamikace
La semana en la que la OMS advierte de que más de la mitad de los europeos se contagiarán de covid en los dos próximos meses y que en España se han pulverizado los récords de positivos e incidencia de coronavirus sale Pedro Sánchez ... a hablar de «gripalizar» la gestión de la pandemia. No es que demuestre un nulo sentido de la oportunidad, es que revela su absoluta irresponsabilidad. En dos sentidos: su frívola insensatez y su errada percepción de que esta crisis sanitaria no va con él.
Hace mucho tiempo que el Gobierno se ha borrado de la gestión de la pandemia y ha abandonado a su suerte a las comunidades autónomas. Ni siquiera se ha ocupado de dotarlas de un marco normativo estable que les permita afrontar el desafío —de hecho, se ha negado sistemáticamente a elaborar una ley nacional en ese sentido—. Y tampoco se molesta en coordinar actuaciones entre los diversos territorios —no hay criterio común, por ejemplo, sobre las bajas— y las contadísimas ocasiones en que pretende aparentar que lo hace demuestra una ineptitud superlativa—esta semana el nuevo protocolo del ministerio de Educación llegó varias horas después de que los niños se reincorporasen a las clases—.
Oye, que a nadie se le ocurra disentir. Sánchez ha dejado claro que quien ose discrepar será acusado de «negacionismo político». Y ello en sí mismo revela dos de las patologías estructurales más graves que sufre su gobierno: la falsa superioridad moral con la que opera y la sensación de completa impunidad.
De ello deriva también su manejo arbitrario de los fondos europeos. Como se ha denunciado esta semana, Sánchez premia a unas comunidades y castiga a otras en función de sus intereses partidarios, no del interés general. Esa es la tercera gran lacra que ahora a este ejecutivo de coalición: su desvergonzado sectarismo. Especialmente alarmante dado que es el gabinete que pretende sacar adelante un nuevo modelo de financiación y que ya entidades como FEDEA han advertido que el primero borrador que ha puesto sobre la mesa el Ministerio de Hacienda incorporaba criterios de difícil justificación que penalizaban a comunidades como Galicia.
Lo singular —aunque nada sorprendente— es que ante esta tesitura los diputados gallegos del PSdeG y del BNG miren hacia otro lado. Dado su silencio cómplice, ni parece inquietarles la inacción de Sánchez ante esta descontrolada ola de contagios que estamos padeciendo ni parece perturbarles tampoco que Galicia salga perjudicada de las componendas partidistas del gabinete de Pedro Sánchez en la distribución de fondos para afrontar la crisis. Unos porque están sometidos sin visos de incomodidad alguna a los dictados de Ferraz y los otros porque viven asimismo plácidamente presos de sus dogmas caducados.
Se puede, de hecho, percibir nítidamente en ese terreno de la financiación autonómica, al hilo de las posturas evidenciadas en la comisión abierta sobre esta materia en el Parlamento Gallego. Sí, con más eufemismos que otras veces, pero el Bloque ha vuelto a defender estos días en ese foro un sistema de concierto a pesar de que cualquier elemental análisis económico de la propuesta demuestra que ese modelo de cupo sería letal para los intereses de la comunidad. Una cosa son los postureos de Ana Pontón y otra que esa organización haya cambiado un ápice.
Tampoco el socialismo gallego ahora liderado por Valentín González Formoso, enmarañado en sus cuitas internas. Este fin de semana ocupándose de la portavocía parlamentaria y los dos próximos con sus primarias provinciales. La propia agenda de la organización demuestra que su prioridad sigue siendo la batalla fratricida entre los sectores que representan el actual secretario general y su predecesor. Sobre otros asuntos ya se pronunciarán en otro momento. Siempre, se sobreentiende, que no importune al equipo de fontaneros de la Moncloa.
La izquierda gallega, tirios y troyanos, sigue fiando su destino al de Sánchez. Pese a todo lo ocurrido en estos dos años tras su investidura. Pese a lo que sigue ocurriendo día a día. Una estrategia kamikaze.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete