Jesús Vázquez
Luchando por Orense
Me siento especialmente orgulloso de que los ciudadanos valoren a un gobierno que escucha y actúa
Aquel 24 de mayo de 2015, los ciudadanos de Orense enviaron un mensaje claro e inequívoco: pidieron cambio de gobierno, nuevas formas de gestionar y exigieron diálogo. Recogí el guante lanzado y me propuse cumplir con mis dos grandes promesas, simples pero no fáciles: devolver la normalidad al Concello y mejorar Orense.
Dos años después, puedo decir que me siento satisfecho por lo logrado e ilusionado. Porque el despegue de Orense no ha hecho más que comenzar. En estos 24 meses hemos conseguido captar 44,5 millones de euros de inversiones. Un simple paseo por Orense permite ver los remodelados puentes Romano y del Milenio, así como las obras en el Campus Auga, el nuevo Hospital, el Centro Intergeneracional financiado por la Fundación Amancio Ortega, el nuevo albergue de peregrinos junto a las Burgas... Fueron gracias a la cooperación institucional y a la voluntad del gobierno que presido por tender puentes, lograr apoyos y luchar por Orense.
Luchar por Orense fue exigir ante el Ministerio de Fomento que la variante exterior sea irrenunciable y que la intermodal de Norman Foster sea digna para la tercera ciudad de Galicia, sin coste alguno para la ciudad, como no ha sucedido en otras capitales. Luchar por Orense fue trabajar durante meses con varias administraciones situar a la ciudad de As Burgas como referente mundial a nivel de geotermia. Pronto lo veremos. Luchar por Orense fue conseguir la reactivación del Complejo Cultural de San Francisco con un museo que será una referencia en toda la Península. Luchar por Orense fue conseguir que organismos privados vean rentable colaborar con el Concello en la promoción de la ciudad, en dignificar ese sentimiento de orgullo de los orensanos .
Me siento tremendamente orgulloso de haber conseguido realizar obras que otros daban por perdidas, como fueron la remodelación de la calle Concejo y la Pasarela del Barbaña. O de haber logrado que no exista lista de espera en la Ley de Dependencia.
Pero si hay algo de lo que me siento especialmente orgulloso es que los ciudadanos valoren que tienen un gobierno municipal que escucha, atiende y actúa. Esto es lo que siempre consideré que formaba parte de la «normalidad» que tanto se echó en falta en otros tiempos. Quedan dos años por delante y prometemos seguir por el camino trazado, a pesar de las piedras que nos pongan quienes todavía no han entendido el mensaje lanzado aquel 24 de mayo de 2015.