El lotero que encontró un boleto premiado con 5 millones hace seis años, a punto de cobrarlo
Los reclamantes del billete se oponen a que la juez le entregue a quien lo encontró la custodia del premio
Han pasado seis años desde que el lotero de una administración de La Coruña encontrase en el mostrador de su negocio un boleto de la primitiva olvidado. Al comprobar si tenía premio, el hombre comprobó asombrado que ese billete había sido premiado con nada menos que 4,7 millones de euros . Tras la sorpresa inicial dio parte a la Policía Nacional, que inició la búsqueda del propietario del único acertante del sorteo del 30 de junio de 2012.
Seis personas reclamaron la pertenencia del ansiado boleto , aunque ninguna de ellas ha podido, por el momento, demostrar de forma determinante que ellos son los compradores reales. De ahí que la juez que se encarga del asunto haya decretado que la custodia del boleto pase a manos del lotero que la encontró , a un mes de que se cumpla el plazo para poder cobrarlo. Esta decisión no le da derecho a la persona que lo encontró para cobrarlo, pero sí da un paso adelante en un proceso que lleva seis años empantanado y ha generado muchas polémicas.
Los reclamantes se oponen a la medida que temen que el lotero y la manipulación del billete borre rastros de ADN que puedan demostrar que pasó por sus manos . Con dos causas abiertas en dos juzgados distintos, fue reclamado en un primer momento por más de 200 personas. Las más insistentes llevaron su reclamación ante los tribunales, que llevan un año sin manifestarse al respecto. Su última decisión fue la de negarse a que se practicasen las mencionadas pruebas de ADN.
«Me fallaron las piernas al comprobarlo»
En su día, el lotero explicó a ABC el momento en que encontró el billete y cómo lo vivió. «Me dirigía hacia la puerta cuando vi un boleto en el mostrador. Habitualmente suelo tirar todos los que me encuentro , pero éste me sorprendió, porque estaba muy bien conservado, como planchado —contó un incrédulo Manuel Reija—. Por curiosidad, lo metí en la máquina para comprobarlo. Cuando apareció en la pantalla que estaba premiado, me fallaron las piernas. Mi cara debió de ser un poema . Lo comprobé una, dos, tres veces antes de darme cuenta de lo que tenía en las manos».
Seis años después, el lotero coruñés está más cerca de cobrar un suculento premio que, además, llegará con intereses por los años que han transcurrido.
Noticias relacionadas