Cultura
El libro, tocado pero no hundido
La covid dejó contra las cuerdas al sector editorial gallego, con pérdidas estimadas del 40% anual, pero la gente que se dedica a él parece no rendirse todavía
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La lectura es una terapia , dice Henrique Alvarellos, editor, escritor y vicepresidente de la Asociación Galega de Editores. Y es que en tiempos de coronavirus fueron los libros uno de los refugios más recurridos para distraer mente y alma. Alvarellos dice que primero fue la televisión, luego las redes sociales y, en tercer lugar, la lectura. « En los momentos más duros del confinamiento se demostró que la lectura es salud , y que es una inversión crucial para la administración pública», señala el editor con cierta emoción.
Sin embargo, aunque pasar páginas y sumergirse en historias reales o fantásticas haya dejado muy buenos momentos a los lectores durante el encierro, no los ha dejado para el mundo editorial gallego. Actualmente, tanto editores, como librerías y escritores, están sudando sangre para achicar el agua que está hundiendo el barco. Los tres pilares que sustentan la literatura en Galicia coinciden: son tiempos muy duros, pero aún no ha dado tiempo a hacer un balance adecuado .
De las más de 90 librerías asociadas a la Federación de Librarías deGalicia «no ha cerrado ninguna, pero aún es muy pronto» , informa Pilar Rodríguez, presidenta de la asociación. Tampoco lo ha hecho ninguna de las editoriales, aunque «hay algunas en una situación muy delicada», señala Alvarellos. De hecho, para sobrevivir durante el estado de alarma, la gran mayoría han tenido que cesar la actividad y entrar en ERTE.
Autores pluriempleados
Para los creadores, los escritores, esta crisis está golpeando de una manera diferente. Actualmente en la Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega hay más de 400 socios, pero como indica Cesáreo Sánchez, su presidente, la inmensa mayoría tiene otros trabajos aparte que el de escritor para poder comer todos los días. En este sentido, los autores vieron mermados sus ingresos por el descenso de las ventas , pero como el nivel de profesionalización es tan bajo en la Comunidad no les afectó de manera tan directa. «En la literatura española el grado de profesionalización anda sobre el 10%, en Galicia no se acerca ni remotamente a eso», señala Sánchez. Además, el problema de la profesionalización «es más que un tema económico, es de dignidad» , por lo que el problema viene de atrás.
Ahora se empieza a tratar de recuperar poco a poco la normalizad, la esperanza y los ánimos. Vuelven las Ferias del Libro, de hecho la de Santiago fue la primera de España tras el Covid. En este sentido, «de nuestra parte estamos haciendo lo que podemos», señala Rodríguez, aunque ni de lejos se alcanzará el nivel de los años anteriores: «Lo que se perdió, se perdió», lamenta . También las editoriales han notado un repunte en ventas en mayo. «Ha habido una respuesta esperanzadora de la gente» dice Alvarellos, pero, de la misma forma, «es muy pronto» para alegrarse. Puede haber otro rebrote, otro confinamiento, nuevos contagios en una localidad que fuera a albergar una Feria del Libro. «Todo dependerá de la coyuntura económica, social y sanitaria del otoño» .
Las tres asociaciones coinciden en lo mismo: el mayor problema es que no hay lectores. De hecho, se han hecho muchos esfuerzos para llegar a ellos durante el confinamiento aún teniendo las librerías cerradas: ventas por internet, epubs... Pero «para nada ha compensado las pérdidas», lamenta Rodríguez. Lo explica a la perfección con el siguiente ejemplo práctico: el concello de Orense tiene en marcha una campaña en la que regala un libro a todos los niños hasta los 18 años, pero al final ni los niños van a buscar los libros a las tiendas. «Nos podemos adaptar a muchas cosas, pero los lectores son los que son» , sentencia la librera.
Plan para la lectura
También el sector editorial trató de ponerlo más fácil con los libros en formato digital, pero las ventas en este formato «siguen siendo algo anecdótico», lamenta Alvarellos. El bache a superar es claro: hay que aumentar el número de lectores. Para ello, la Asociación de Escritores pide a la Xunta que «finalmente ponga en marcha un Plan para la lectura» y otras campañas para incentivar a la población a acercarse a un hábito que «es salud, placer e incentive el espíritu crítico» como lo hace la lectura.
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