TRIBUNALES
De Lara consigue que se archive la causa por las injurias a Orozco
La juez Piñeiro cede a la presión y asume que ya existe pieza previa de similar contenido
La juez Pilar de Lara intentó por dos veces en el último mes y medio que Carlos Portomeñe , el portavoz de la populista ACE en el Concello de Lugo, no declarara en otro juzgado de la ciudad por la denuncia por calumnias que el exalcalde José López Orozco presentó contra él. La instructora de la causa, la juez Sandra Piñeiro, resistió el envite de su compañera. Hasta ahora. En un auto dictado el pasado cinco de mayo —y al que ha tenido acceso ABC—, Piñeiro cede y decreta el archivo de esta denuncia mientras no se resuelva otra causa , la del Plan General de Lugo, que De Lara instruye desde hace siete años.
El argumento jurídico esgrimido por Piñeiro en su auto es que las manifestaciones de Portomeñe objeto de la demanda —afirmó públicamente que Orozco presionó a un funcionario municipal hasta el llanto para que modificara un informe urbanístico— guardan relación con la pieza del Plan General, y en aplicación del concepto de la «prejudicialidad», primero habrá de resolverse este asunto.
La vinculación de ambas causas fue esgrimida por la defensa de Portomeñe para evitar su declaración inicial la pasada semana. Entonces, Piñeiro la desestimó. Durante la prestación de testimonio, Portomeñe se escudó una y otra vez en sus declaraciones de la causa que instruye De Lara , a las que se remitió en todo momento. A la juez Piñeiro no le quedó más remedio que solicitar a su compañera las grabaciones de la declaración.
Presiones negadas
En ellas, Portomeñe manifiesta que las acusaciones realizadas contra Orozco —en una rueda de prensa— estaban fundadas en los comentarios que le hizo una tercera persona, la técnico municipal de urbanismo Susana Penedo —cuya declaración como testigo en la causa de las calumnias estaba prevista pero ahora queda anulada—. Esta le habría asegurado que ella misma y Orozco presionaron al exsecretario del Concello , Luis Regal, para que modificara un informe urbanístico. Se da la circunstancia de que Regal, que declaró como testigo ante Piñeiro, negó en todo momento haber sido objeto de presión alguna. Era la segunda vez que se pronunciaba así en sede judicial: en 2014 aseveró lo mismo en el transcurso de otro procedimiento judicial.
Más adelante, el concejal populista añade que «las supuestas presiones (...) ya las conocía por las asociaciones y gente que trabaja en urbanismo, que trascendió y fue vox populi», para seguidamente admitir que nunca habló con Luis Regal de las supuestas presiones que recibió.
En este tiempo, Pilar de Lara no estuvo de brazos cruzados. Como no se atendió su petición de que Portomeñe no prestara declaración por ser testigo en su investigación, la pasada semana abrió diligencias contra Orozco por interpretar que su demanda por calumnias solo buscaba presionar al edil populista en la pieza del Plan General, en la que casualmente el exalcalde no está imputado. En su providencia, además, reprochaba a la Fiscalía que no hubiera actuado de oficio.
Es en este contexto en el que la juez Piñeiro dicta el auto de archivo provisional, una «paralización imprescindible» que podrá ser levantada si la investigación del Plan General determina que no se produjeron irregularidades en este documento urbanístico, avalado en un 95% por el TSXG en sentencia conocida el pasado mes de marzo. «Resulta determinante de la posible culpabilidad o inocencia de la imputación del delito de calumnia concretar previamente la veracidad de la imputación denunciada», estima.
La defensa de Orozco tiene ahora abierto el plazo de recursos, entre ellos del de apelación a la Audiencia Provincial. Fue esta instancia la que en su día ordenó a Piñeiro que iniciara la toma de declaraciones a denunciante y denunciado en la causa de las calumnias. Ahora, previsiblemente, tendrá que determinar si De Lara gana o pierde el pulso . Por ahora va ganando.
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