Tribunales
Juzgan al tercer acusado por forzar durante medio año a una amiga a prostituirse
Había recurrido a ellos tras abandonar su domicilio por «desavenencias familiares» y aprovecharon su situación para explotarla. Contaban sus «pases» para retirarle todo el dinero y la amenazaron con una pistola
Hace algo más de un año que sus dos amigos, también acusados, respondieron ante la Justicia y aceptaron dos años de cárcel y una indemnización a la víctima, pero R. M. P., entonces en paradero desconocido, se sentará este miércoles en el banquillo de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña. Entre los tres retuvieron a una amiga durante más de medio año obligándola a ejercer la prostitución , primero en el piso que tenían en Santiago de Compostela, después e otro inmueble alquilado en Vigo. La joven sólo consiguió liberarse cuando, en febrero de 2013, aprovechó la salida el funeral de su padre para contar su situación a su madre.
Todo empezó en agosto de 2012 cuando, según expone el escrito de acusación, la víctima abandona su domicilio familiar en Orense por «diversas desavenencias con su familia» . Recurre entonces a los tres acusados, quienes «al percatarse de la precaria situación en la que se encontraba la perjudicada y de su juventud, la ofrecen quedarse en el piso que ocupaban, en Santiago de Compostela, proponiéndole que ejerciera la prostitución» y «manifestándole que se repartirían por mitad los ingresos » que obtuviera. Víctima de su difícil situación económica, ella, prosigue el escrito de la Fiscalía, «acepta dicha proposición, comenzando a ejercer la prostitución, primeramente en el referido piso y,a partir de noviembre de 2012, en el piso que los acusados alquilan en Vigo».
Pese a la propuesta inicial, los tres pocesados cambian su actitud en cuanto ella comienza a ejercer la prostitución, exigiéndole la totalidad del dinero conseguido y «controlando para ello todos los pases que realizaba, no dejándola salir del domicilio sin la compañía de alguno de los acusados, ni realizar libremente llamadas sino era en su presencia». Ella expone entonces su deseo de abandonar el domicilio y comienzan las amenazas, «llegando los acusados a manifestarle en actitud claramente atemorizante, que no podía ni dejar su actividad ni irse del referido domicilio , exhibiendo para ello a la víctima una pistola».
La violencia fue a más cuando a finales de 2012 la víctima se pone en contacto con su exnovio. Los procesados se desplazan entonces a Orense para localizar a este joven propinándole una paliza en un bar, advirtiéndole de que no volviese a hablar con la chica y mostrándole un palo «en clara actitud amenazante». La víctima no presentó denuncia pero los procesados sí contaron lo ocurrido a la chica «para que depusiera cualquier intención que tuviera de abandonar el domicilio o de contactar con terceras personas ». No es hasta el 13 de febrero de 2013, cuando ella puede salir para acudir al funeral de su padre, que aprovecha la ocasión para quedarse en su domicilio de Orense y relatar lo sucedido a su madre.
La Fiscalía les acusó de un delito de prostitución y otro de detención ilegal, solicitando para los tres acusados (dos de ellos ya juzgados) penas de diez años de cárcel y la indemnización a la víctima.