PROTESTA DE LOS TAXISTAS
La justicia obligó a conceder la mitad de las licencias VTC en Galicia
La Xunta pide al Gobierno no «centrifugar» el problema y rechaza asumir la regulación del sector
Aunque la foto de las protestas se la lleva Madrid y Barcelona, Galicia también juega un papel en el debate sobre el presente y futuro del taxi. Cierto es que el bum de los servicios de vehículos de turismo con conductor (VTC), materializado en aplicaciones como Uber o Cabify, es un asunto que va más allá del marco autonómico —y si cabe del estatal— pero no por ello la Xunta deja de promocionar su apuesta por un modelo de convivencia «leal y equilibrada» entre los dos modelos . Según los datos aportados ayer por la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, en la Comunidad existen 2 76 permisos VTC. La mitad, concedidos por sentencia judicial por falta de claridad en la legislación .
En los últimos meses el Gobierno gallego ha venido trabajando en algunos avances en la regulación, pero la pelota, aclaran, está en el tejado del Ministerio de Fomento. Ni la Xunta cuenta con todas las competencias en la materia, ni va a solicitar su transferencia en el futuro, tal y como avanzó Vázquez antes de participar en Madrid en la Comisión Nacional del Transporte. Es más, la conselleira aprovechó su reunión previa con las asociaciones gallegas del taxi para impeler al Ejecutivo de Pedro Sánchez a que tome las riendas. «Los problemas hay que afrontarlos, resolverlos y no centrifugarlos» , sentenció la titular de Infraestruturas.
Para desbloquear el malestar de los taxistas la Xunta maneja algunas propuestas. Una de ellas es la creación de un registro único estatal de licencias VTC, pero hay otras que pasan estrictamente por cumplir lo dispuesto en la actual regulación. Es decir, por aplicar la regla del 1-30: por cada permiso VTC, treinta concesiones para taxis . El Gobierno autonómico, sin embargo, lamenta que en los últimos años la «indefinición jurídica» llevara emitir más licencias VTC de las previstas, muchas de ellas forzadas por sentencias judiciales.
Nuevo identificativo
Por eso es que, para evitar la indefinición en la que parecen desenvolverse este tipo de servicios, la Consellería ha preparado una orden que obligará a los VTC a llevar un identificativo externo con su número de su autorización administrativa. En estos momentos, el texto se encuentra en fase de alegaciones, y desde Infraestruturas señalan que podría entrar en vigor de forma inminente , contribuyendo así a aplacar cierta irritación entre los taxistas. La iniciativa, en realidad, es fruto de las últimas conversaciones mantenidas entre la administración y el sector.
En la orden se enumeran todos los detalles. Los prestadores de servicios VTC deberán colocar una pegatina tanto en la parte delantera como en la trasera del vehículo «de forma que resulten visibles desde el exterior y sin interferir, en ningún caso, la visibilidad del conductor» . El adhesivo delantero figurará la numeración y el periodo de vigencia del permiso, mientras que en la parte trasera el también reflejará la matrícula del coche.
Los identificativos se expedirán «junto con el otorgamiento de nuevas autorizaciones VTC» y la Xunta comenzará a exigirlas a partir de los dos meses siguientes a la entrada en vigor de la orden.
Regreso a la normalidad
Mientras, los taxistas gallegos se conjuran para retomar la normalidad, después de días copados por las protestas.Apartir de la medianoche de ayer, los servicios se fueron desarrollando con normalidad, a la espera de acontecimientos. De momento, el presidente de la Federación Gallega de Taxis, Manuel Sánchez Quindimil, descartó tanto valorar las posibles pérdidas , como secundar una nueva oleada de paros , menos aún en agosto, un mes tradicionalmente dulce para la recaudación por la llegada masiva de turistas.
El principal mensaje que trasladan las asociaciones es que se respete la ley. Según el gerente de Radio Taxi en Compostela, Jesús García, los VTC operan en un limbo en el que pueden fijar el precio «que les da la gana». «Las consecuencias son que el problema lo estamos teniendo nosotros: pasamos a facturar la mitad de lo que estábamos cobrando, y cada taxi es una empresa que da para comer a una familia », afirmó García en declaraciones a Europa Press.
Quien también se manifestó sobre la cuestión fue el delegado del Gobierno. Javier Losada se mostró confiado en que el conflicto acabará desactivándose en aras de un «acuerdo definitivo»:«Es algo que se viene arrastrando y que las diferentes administraciones en los últimos años no han tomando ninguna decisión», enfatizó un Losada que, en línea con la opinión del Ministerio de Fomento, hizo un guiño a que las comunidades autónomas y los ayuntamientos «puedan tener la ocasión de tomar decisiones sobre estas nuevas formas de transporte». La Xunta, de momento, dice no.
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