galicia
Una juez obliga al dueño de una perra a dejársela a su esposa los fines de semana
El hombre llevaba más de un año incumpliendo el pacto de entregársela cuando el hijo de ambos está con ella
El auto rechaza que la mujer no la cuidase, como decía su esposo, sino que había una disputa por quién pagaba el veterinario
Una juez de Vigo obliga al dueño de una perra a entregársela a su esposa los fines de seman a en la que el hijo del matrimonio, menor de edad, esté con ella. En un auto, la titular del Juzgado de Primera Instancia número 12 de Vigo ha decretado que el hombre deberá someterse al acuerdo que ambos firmaron sobre este asunto, y que este llevaba más de un año incumpliendo de forma «reiterada e injustificada». Según lo pactado, la esposa debería recoger a la mascota los viernes a las cinco de la tarde en casa de su marido y devolverla en el mismo sitio los domingos a las diez de la noche.
El hombre alegaba motivos de salud de la perra . Sin embargo para la juez no hay razones que lo justifiquen, pues el proceso gastrointestinal, de diarrea y vómitos, que presentaba el animal, no impedía entregársela a su esposa. « No se ha acreditado ninguna situación de negligencia o falta de cuidado por parte de la esposa hacia la perra que perjudique el bienestar y la protección del animal», concluye el auto. El hecho de haberla devuelto un día mojada porque estaba lloviendo, «no supone un comportamiento negligente ni consta que fuera la causa de las molestias gastrointestinales que presentaba la perra y que motivaron las visitas al veterinario». Para la juez, no resulta «de ningún modo justificable que desde aquella fecha -febrero de 2021- la esposa y el hijo en común no hayan podido disfrutar juntos de la compañía de la mascota, tal y como se pactó por las partes» en el convenio regulador de las medidas provisionales. Y es que ella «también puede llevar a la perra al veterinario y darle la alimentación y medicación que se le paute».
En realidad, lo que desprende los mensajes de 'Whatsapp' intercambiados entonces por la pareja es que más que un problema del bienestar del animal lo que había en realidad era «un conflicto de carácter económico» , pues el marido reclamaba a la esposa el pago de las facturas del veterinario«.
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