Juan Soto - El Garabato del Torreón

Xacobeo, realidad y ficción

Todo vale para el convento, como decía el fraile del cuento, y la ruta que no dispone de avales acreditados arguye a su favor con consideraciones de orden práctico

Desde que en 1993 la Xunta puso al Xacobeo en órbita universal volvió a cobrar validez aquel dicho -al que algunos conceden procedencia medieval, nada menos- de que «el Camino de Santiago comienza en la puerta de tu casa» . Y así es, en efecto, porque, con argumentos más o menos fiables, los itinerarios jacobitas que reclaman carta de autenticidad se cuentan ahora por docenas. Todo vale para el convento, como decía el fraile del cuento, y la ruta que no dispone de avales acreditados arguye a su favor con consideraciones de orden práctico: el turismo, la hostelería, el negocio . Y si en el miliario de oro se afirmaba que todos los caminos llevan a Roma, a ver por qué regla de tres no podemos decir nosotros que todos los caminos conducen a la plaza del Obradoiro. El caso es que no quede excluido del maná jacobeo ningún rincón de Galicia que pueda aportar cualquier rasgo susceptible de ser interpretado como una señal indicativa del paso de los peregrinos. Se trata de que nadie se quede al margen del reparto del maná turístico.

Pero en medio de la argucias mercantiles surgen a veces iniciativas seriamente documentadas , asentadas en aquella legitimidad que don Américo Castro (pallozas de O Cebreiro a sus espaldas) tildaba de «papel sobre papel» . Es el caso de la llamada «Vía Küning», rescatada luego de unos cuantos años postergada ante otros itinerarios menos fiables, cuando no descaradamente fantasiosos. Los apuntes que nos dejó el minucioso y pragmático monje alemán responden muy bien a sus confesadas intenciones: «Describir caminos y sendas y cómo ha de procurarse comida y bebida cada uno de los hermanos de Santiago y también quiero citar las felonías de los taberneros». El libro lo conocía muy bien Walter Starkie, aquel irlandés sabio y jocundo al que algunos tenemos por el auténtico Don Jorgito Borrow redivivo.

En varios establecimientos báquicos de la ciudad de Lugo hemos visto una pegatina con el indicativo «Vía Küning» . Y algún otro ha incorporado como distintivo de la casa la flecha amarilla de Elías Valiña, nuestro inolvidable amigo. En la perseverancia de Elías Valiño se halla el auténtico resurgir del Camino de Santiago , el rescate de O Camiño. Y también, en el empeño de otros dos lugueses beneméritos y jacobitas incondicionales: Amando Losada y Eduardo Seijas. A ellos se debe la primera (que sepamos) «Guía del Camino Francés en la provincia de Lugo». Era en 1962. Bien cierto es que todo tiene su principio y que lo que hoy parece fácil y de corrido fue un tiempo áspero y dificultoso.

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