Juan Soto - El Garabato del Torreón
¿Menos competencias?
En 2016 propugnaban los socialistas la eliminación de los entes provinciales. Consta en las hemerotecas
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Quizá quede un poco lejos aquella propuesta de suprimir las diputaciones, defendida por el PSOE en el programa con que concurrió a las generales de abril de 2011. Es más reciente el pacto suscrito por ese mismo partido y Ciudadanos en febrero de 2016, con el propósito (malogrado) de situar a Sánchez en la presidencia del Gobierno, mediante una moción de censura. También entonces propugnaban los socialistas la eliminación de los entes provinciales , con argumento de doble filo: económico, porque se ahorrarían 5.000 millones de euros al año, y político, porque se evitarían duplicidades en la Administración pública. Está escrito. Consta en las hemerotecas. Acerca del amplio argumentario explanado por el BNG en idéntico sentido, nada hay que decir que ya no hayan dicho sus voces más autorizadas: «As deputacións non atenden á realidade, nin social, nin demográfica, nin territorial das provincias».
Pero lo que ahora interesa no es reabrir capítulos retroactivos, sino constatar que, al menos en la provincia de Lugo, hay razones para atisbar el próximo cuatrienio con cierto optimismo . Se inaugura una nueva etapa, con un equipo de gobierno que, al menos sobre el papel, promete cierta estabilidad y la erradicación de espectáculos tan indecentes como los protagonizados por un diputado desertor y un diputado blasfemo, uno y otro menda confinados ahora en demarcación local.
Quedamos, pues, en que esperamos mucho del próximo cuatrienio diputacional. Y de ese optimismo no vamos a abdicar ni siquiera a la vista de ciertas señales volanderas leídas en boca del presidente Tomé y de la vicepresidenta Ferreiro, proclives, al parecer, a traspasar a la Xunta la red museística provincial y las responsabilidades sobre las residencias de las personas mayores. Es decir, dispuestos a desproveer de competencias una institución que ya es casi ornamental. Quizá no les falte razón, pero entonces, volvamos al principio: ¿Qué pintan las diputaciones? ¿Para qué sirven? ¿A qué se dedican?
Tranquilos. No pasa nada. Acaban de llegar. Ya aprenderán.