Juan Soto - El Garabato del Torreón

El día que caiga Alcoa

No acaban de entender que el problema es colectivo y transversal: es la provincia entera la que está en juego

Mientras los trabajadores de Alcoa y sus familias van de aquí para allá, se movilizan, luchan a brazo partido y se preparan para hacer frente a una catástrofe que puede aniquilar su presente y el futuro de sus hijos, mientras toda esa tragedia enseña los colmillos, los políticos profesionales discuten sobre lo que convendría hacer con los huesos de un caserón cuartelero : convertirlo en hotel de lujo o en museo de cascajos. He ahí el gran problema. Lo demás no tiene mayor importancia y, en todo caso, la franja de la costa queda a muchos kilómetros del nido de buitres.

Alcoa sustenta y cohesiona, social y económicamente, a todo el norte de la provincia de Lugo . La factoría está instalada en territorio de A Mariña Occidental. Pero la localización comarcal es un dato menor: el día que caiga Alcoa arrastrará en su caída a toda la provincia.

Nadie, ni los más avezados practicantes del cinismo con siglas, ni siquiera la ministra Maroto, compendio de la necedad gubernativa, se cree que el desplome de Alcoa sea consecuencia inevitable de una mera cuestión tarifaria, como el recibo de la luz o el litro de gasolina . A cualquier persona decente se le atraganta esa rueda de molino. Pero en los partidos apenas queda gente decente . Y la que queda está afectada de un cabreo existencial absolutamente paralizante.

A cuenta de Alcoa, diputadiños y diputadiñas, alcaldiños y alcaldiñas, toda la morralla acolchada en Moncloa, se vitupera mutuamente, se hace reproches recíprocos, etiqueta culpables ajenos, busca excusas, señala chivos expiatorios y, si viene al caso, encabeza la manifestación callejera. No acaban de entender que el problema es colectivo y transversal: es la provincia entera la que está en juego. Por eso, aunque la responsabilidad de la derrota haya que achacársela a esa gentuza, la hecatombe será general . Cuando caiga Alcoa, estos pajaritos de culo pelado y despacho principal empezarán a polemizar en torno a la causa del fallecimiento: ¿muerte natural, asesinato, suicidio? Una discusión interesante, sin duda. Pero los muertos seremos todos. Ellos incluidos.

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