ENTREVISTA

José Luis Muíños, miembro del comité: «El pico de la ola llegará a mitad de mes, y los casos caerán muy rápido»

Con más de 60.000 infectados en Galicia, el experto insiste en que el riesgo sigue estando en los interiores sin ventilar, donde la mascarilla va para largo

José Luis Muíños, en el centro de salud que dirige en Orense CEDDA

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Lleva en primera línea desde el inicio de una crisis sanitaria que ahora se ceba con la Atención Primaria. Jefe de Servicio del centro de salud de A Cuña, en Orense, y miembro del subcomité clínico, José Luis Muíños habla desde el conocimiento y la prudencia. Para este profesional la vacunación ha marcado un antes y un después en una pandemia a la que la llegada de la medicación contra el Covid podría ponerle la puntilla al virus.

Los centros de salud se han convertido en protagonistas de esta sexta ola, menos letal pero más infecciosa. Hablamos ya de otra cosa...

La verdad es que no tiene nada que ver con ninguna de las olas pasadas. Son personas que llegan con síntomas leves, como fiebre, dolor de garganta, malestar, catarro nasal, pero que en su inmensa mayoría no ingresan. Solo lo hacen graves un 0,63 por ciento de los infectados. Es cierto que en los próximos días puede crecer, pero será muy inferior al 1 por ciento. Por eso tiene todo el sentido del mundo haber acortado las cuarentenas. Es una explosión, un virus que se contagia mucho, pero con pacientes con menos capacidad para contagiar

Habla del cambio de protocolo, de una relajación de las cuarentenas a solo siete días y de la liberación de los contactos estrechos que están vacunados. ¿Es oportuno ante la explosión de casos que vivimos?

Mi opinión es rotunda, estoy completamente de acuerdo y a lo mejor estaría de acuerdo con los cinco días. Estamos ante pacientes que contagian durante menos tiempo. Otra cuestión distinta es que cuando se levante el aislamiento se mantengan medidas por prudencia, es decir, la mascarilla. Dos personas con mascarilla y al aire libre es muy difícil que se contagien aunque una de ellas sea positiva. El problema sigue estando en los interiores no ventilados. Llama la atención una cafetería con gente mayor y vulnerable, la puerta cerrada y los clientes tomando café durante un tiempo largo. Eso es un riesgo muy elevado e inconcebible. A mí en esta pandemia hay cosas que me siguen resultando inconcebibles, como que se suba a un avión a Madrid o Sevilla y que se siga sirviendo comida. Si todos permanecemos con mascarilla y hay ventilación cruzada es muy difícil contagiarse. De hecho los profesionales sanitarios no nos contagiamos porque vamos con mascarilla e intentamos que el lugar donde vemos a los pacientes esté ventilado. Eso es la parte de responsabilidad de la población.

A día de hoy hay más de 60.000 gallegos contagiados, cuando hace un año eran 20.000. Sin embargo, la gravedad de los casos ha descendido drásticamente gracias a la vacuna. ¿Caminamos hacia una inmunidad de rebaño?

Hay muchos colegas, epidemiólogos, que así lo creen. Yo no me atrevería a decirlo. Después de una quinta ola en la que pensamos que esto empezaba a pararse, nos ha llegado esta ola tan explosiva... Yo no sé si en esta epidemia van a venir más olas. Tiene el mismo rigor científico decir que esta es la última como que van a llegar dos o tres más. No lo sabemos, por eso hay que estar preparados para que pueda venir otra, aunque yo espero que no sea tan explosiva.

Los otros protagonistas del momento, al margen de la Atención Primaria, están siendo los niños. De ellos se dijo incluso que eran ‘supercontagiadores’, pero no era así...

Sí, estamos viendo muchos niños contagiados, pero lo cierto es que la infección les llega a través de sus padres, y eso hay que decirlo. Los niños tienen poca capacidad de contagiar pese a que están muy juntos unos con otros. En lo fundamental los contagios se producen en sus casas.

Mañana se vuelve a las aulas, donde los protocolos seguirán siendo los mismos. ¿Son lugares seguros?

Los niños no tienen mayor riesgo, la enfermedad es leve en ellos pese a que puede haber casos como los dos niños que están en la UCI en el País Vasco. Pero ellos no son grandes vectores de transmisión de la enfermedad, por lo que pueden ir al colegio o a la guardería con total tranquilidad.

¿Qué debe hacer alguien que está en su casa y tiene sintomatología compatible con Covid?

No ir al centro médico, debe llamar al centro de salud y le indicarán un test de antígenos, con una sensibilidad altísima si está en los primeros cinco días, o bien una PCR si ha pasado ese tiempo. Los servicios de microbiología están trabajando de una manera que es para quitarse el sombrero, porque diagnostican 5.000 casos al día, y en Galicia se está dando el resultado de una PCR en menos de 24 horas.

¿Y si esos antígenos son negativos?

Si da negativo y la sintomatología sigue a las 24 horas se le mandará a hacer una PCR porque es una prueba más sensible. Y añado que si antígenos son negativos y PCR es positiva probablemente ese paciente tenga poca capacidad de contagiar porque su carga viral es baja, así que tranquilidad.

Ante la saturación de los centros médicos, unos 80 médicos jubilados empezarán desde hoy a dar cobertura a la atención Covid. ¿A qué se van a dedicar?

Van a dar las altas de los positivos a los siete días, también resolverán las dudas que se producen en torno al coronavirus y las vacunas, que la gente plantea muchas cuestiones.

¿Y los técnicos sanitarios?

Ellos tendrán otras funciones además del tema Covid, como hacer informes que no tengan que ver con la enfermedad, casos de minusvalías, renovación de recetas, partes de baja o seguimiento de una persona. De todos modos, entiendo que será una atención no presencial, aunque aún no está perfectamente definido.

Usted forma parte del comité de expertos, que tiene reunión prevista la próxima semana. El día 18 se cumplen las restricciones vigentes, ¿el pico de la ola llegará antes o las limitaciones van para largo?

Yo creo que es una ola muy explosiva, que como subió bajará. Eso fue lo que ocurrió en Sudáfrica, aunque se dice que España no es comparable porque nosotros somos una población más envejecida. Pero curiosamente este mismo fenómeno se produjo en Dinamarca y en Noruega, por lo que yo preveo que en esas fechas, a mediados de mes, estaremos en la cima. Siguiendo lo que ha ocurrido en otros países, los infectados van a disminuir de manera drástica. Así que a mediados de enero empezará a caer de forma apreciable, tal y como pasó en países demográficamente más parecidos a nosotros.

La vacunación se está centrando en los menores de 5 a 11 años. Una vez este grupo etario esté cubierto y con los mayores con la triple pauta de protección, ¿podremos vislumbrar una situación de mayor normalidad, en la que el Covid sea un virus más del que vacunarse cada año?

Yo no sé si va a ser una vacuna que va a quedar, pero da la impresión de que una cuarta dosis sí la va a haber. Ha sido una vacuna fantástica porque ha disminuido la mortalidad de una manera brutal, pero no es esterilizante, no evita que nos contagiemos unos a otros. Una cuarta dosis va a disminuir la contagiosidad, pese a lo que habrá que asumir la convivencia con el virus. Eso no quiere decir que nos tengamos que infectar necesariamente todos, sino que habrá que convivir durante una temporada amplia con cierta medidas de cuidado, sobre todo en espacios interiores. Lo importante es que la enfermedad no va a ser grave. Hoy ya no tenemos el miedo que teníamos antes porque ahora está siendo una enfermedad banal, frente a una primera y una tercera ola que fueron tremendas. Así podremos empezar a hacer vida normal, pero con ciertas restricciones en los espacios interiores.-Es decir, mascarilla tenemos para rato...-En espacios interiores yo creo que va a seguir siendo necesaria. En espacios exteriores creo que sirve para poco, más allá de un tema educacional para que nos la pongamos dentro y excepto en casos de aglomeraciones. Y si hablamos de espacios sanitarios probablemente quede para siempre. Hay un nuevo virus y mientras no desaparezca, y de momento no tiene pinta, habrá que andar con cuidado.

Es decir, mascarilla tenemos para rato...

En espacios interiores yo creo que va a seguir siendo necesaria. En espacios exteriores creo que sirve para poco, más allá de un tema educacional para que nos la pongamos dentro y excepto en casos de aglomeraciones. Y si hablamos de espacios sanitarios probablemente quede para siempre. Hay un nuevo virus y mientras no desaparezca, y de momento no tiene pinta, habrá que andar con cuidado.

La vacuna redujo un 90 por ciento la mortalidad entre infectados. Se está avanzando también en una medicación eficaz. ¿Es la pata que nos falta para ponerle la puntilla al virus?

Esa pata ya está ahí, no está muy lejos. Hay dos medicamentos, uno de Pfizer y otro de MSD. Parece que el primero, que es la combinación de dos antivirales, es más eficaz que el otro. Se llama Paxlovid y se aprobará a no mucho más tardar en Europa. Son cinco días de tratamiento oral y evita el ingreso hospitalario en Covid leve y moderado en un 90 por ciento, lo que unido a la vacuna va a ser un avance brutal. Ha sido lo que más ha tardado, pero cuando se pueda utilizar empezaremos a convivir con el virus de una manera racional y tranquila, y no como hasta ahora.

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