José Luis Jiménez - ANÁLISIS
Dos años de precampaña
El guion se cumplió al dedillo: la izquierda defiende que la Xunta desdeña sus propuestas para mejorar Galicia; y Rueda replica que no encuentra apoyos
Quien pensara que la reunión ayer en San Caetano del presidente de la Xunta y los dos principales dirigentes de la oposición iba a marcar un punto de inflexión en la política gallega y abriría un espacio para la colaboración de unos y otros en defensa de los intereses generales es que vive en Marte, por decirlo finamente. El guion se cumplió al dedillo : la izquierda defiende que la Xunta desdeña sus propuestas para mejorar Galicia; y Rueda replica que no encuentra apoyos para reforzar su postura ante las reclamaciones que debe plantear al Gobierno de España. Un callejón muy cordial pero sin salida.
En realidad, en los ripios de la oposición hay gato encerrado. Cuando González Formoso contrasta la «resignación» de Rueda y la «ilusión y esperanza» del PSdeG no está haciendo un relato objetivo de los hechos, sino alimentando el discurso de la precampaña de autonómicas en que nos encontramos . Cuando se busca poner el foco en la acción de San Caetano y no en las deudas impagadas de Moncloa hay una intención de invertir el debate. Y si propone reformar el Estatuto, el problema no lo tiene en Rueda sino en sus socios del BNG, que esperan el momento para lucir el traje soberanista que escondieron en el armario de la moderación.Pontón vino a decir que el problema no es Moncloa, que para eso ya está el Bloque allí en el Congreso para disfrazarse de la moderadísima Bildu y arrebatarle compromisos a Sánchez. Por los hechos los conoceréis.
Que el problema es -ya les sonará- que Rueda no ejerce sus competencias, que ve una Galicia pequeña, que esquiva asumir responsabilidades, que no está a la altura... Solo le ha faltado el ya famoso «cuando yo sea presidenta».Todavía más perverso es el soniquete común de que hay un colapso sanitario -y es verdad que el sistema atraviesa una tensión pospandémica aguda- y Rueda se niega a contratar médicos. Lo que les falta decir es que el presidente de la Xunta se solaza ante los retrasos en las citas en la Atención Primaria, que brinda por las operaciones que se posponen y las consultas que no encuentran facultativo. Y todo porque pertenece a una derecha antisocial y bla bla bla . Como si en el resto de autonomías, socialistas, populares o nacionalistas, hubiese una situación opuesta a la gallega. Y nos quedan dos años. Paciencia.