ENTREVISTA AL ALCALDE DE ORENSE

Jesús Vázquez: «Si yo fuese el estorbo para la ciudad, no tendría inconveniente en irme»

El regidor popular lleva dos años y medio revolviéndose contra su minoría en el consistorio, pero sobre todo contra la actitud de una oposición que, como define, «ni come ni deja comer»

Jesús Vázquez en su despacho tras la entrevista con ABC ÓSCAR PINAL
Mario Nespereira

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A las ocho de la mañana, el alcalde de Orense, Jesús Vázquez Abad (Núremberg, 1967), ya merodea por su despacho atendiendo llamadas y visualizando la agenda del día, en la que ABC entra como una apelación a analizar el antes, el durante y el después de su mandato: el único del PPdeG en una gran ciudad.

—Alcalde, ¿cuánto hay de cierto si le digo que Orense es una ciudad gobernada en minoría absoluta?

—Lo que sí es cierto es que es una ciudad que se gobierna en minoría y con la oposición en contra del resto de partidos, que tampoco son capaces de ponerse de acuerdo ni en lo más mínimo entre ellos. Están ofuscados. Su única palabra es «no».

—En 2015, durante su toma de posesión, dijo: «Confío en arrancar un Orense renovado…», ¿qué hay de nuevo en la ciudad desde su llegada al cargo?

—Tendríamos ir por áreas, en todas se nota un Orense distinto. Después de ocho años conocidos por cuestiones internas y ajenas, la ciudad estaba como estaba. El desatascar acuerdos que no se hacen en un año ni en un mes ha sido muy importante. Ahí están los 50 o 60 millones de inversiones captadas en estos dos años. Desde la Biblioteca, el Archivo, el Museo Arqueológico, la circunvalación norte, la integración del AVE en la ciudad…. Ahí esta el PXOM preparado para que la oposición pueda cooperar y pensar en términos de ciudad y no únicamente en términos oportunistas y buscando rendimiento.

—Entonces también marcó el AVE y el PXOM como dos de sus prioridades. Ambas cuestiones han pasado por dificultades. Dígame: ¿Alguien tiene bloqueada esta ciudad?

—La falta de una mayoría la bloquea. En este país tendemos mucho a criminalizar las mayorías. Yo creo que lo que es malo a veces es la actitud de las personas que gobiernan en mayoría, no la mayoría como tal. Siempre he dicho que es bueno que los partidos se presentasen con su programa y tener capacidad total para desarrollarlo, y la ciudadanía vuelve a votar y decide si le ha gustado o no.

—En verano, hubo un punto de inflexión con la aprobación de una modificación de crédito para financiar servicios sociales… ¿Fue uno de sus momentos más críticos, en el que vio que se aproximaba a una especie de abismo?

—Se podría haber ocasionado una especie de abismo. Es incongruente y no fue entendida la actitud del Partido Socialista y de Ourense en Común diciendo que no a los que más lo necesitaban, cuando uno de esos partidos gobernó y esas modificaciones llegaron a ser de ocho millones, frente a los 1,6 de este año.

—¿Ha asimilado que esta situación se va a prolongar hasta 2019?

—Si usted piensa que todavía falta un año y medio para el final del mandato, y tal y como se vienen desarrollando estos últimos plenos, es fácil de entender que la actitud de la oposición va a ser más en clave política, y menos en clave de pensar en el ciudadano. Se va a endurecer la situación.

—Para romperla tiene tres alternativas. Una es Ourense en Común, en las antípodas ideológicas de su partido; Democracia Ourensana, un partido incalificable, o el PSdeG de Barquero. ¿A quién se arrima antes?

—A mí me gustaría que nos juntáramos todos. Ourense en Común no está tanto en las antípodas en algunas cosas. Cuando estás trabajando para una persona con nombres y apellidos, la ideología no existe. Por tanto, en temas como asuntos sociales, medio ambiente o construir ciudad no debería existir ideología.

—A efectos de imagen exterior, el hecho de que el PP pacte con la marea local cuando su partido está siendo muy beligerante en otras ciudades llama la atención.

. —Porque la incongruencia de ciertos partidos ha quedado de manifiesto. La incongruencia que tuvo el PSdeG y Ourense en Común para buscar cualquier argumento para decir que no a asuntos sociales cayeron en el ridículo. Si usted acude a las reuniones que hubo aquí no sabían qué pretexto utilizar para decir no.

—¿Descarta la posibilidad de plantear una moción de confianza para dar un golpe encima de la mesa?

—La opción siempre está abierta en política. Cualquiera. Cualquier opción está bien y es posible si tratas de sacar provecho para la ciudad. Si mañana tengo que sacar una moción de confianza para tratar de aprobar algo que favorezca a la ciudad, no tengo ningún inconveniente. Si yo fuese el estorbo, yo no tendría inconveniente en irme. Pero creo que no soy yo el problema de esta ciudad, en absoluto. Más bien creo que el problema está en otra situación y en otros partidos políticos.

—Que han sido elegidos por la ciudad.

—Por supuesto, y por tanto hay que respetarlos. No me ha escuchado que les llame ilegales o ilegítimos. Representan a una parte de la población, pero la mayor parte la tiene el PP.

—Por tanto también tiene una parte de responsabilidad.

—Por eso estamos gobernando y haciendo un esfuerzo en minoría. A lo mejor es más fácil la postura de la oposición: ni como ni dejo comer, y perdone por la expresión coloquial. Es más fácil esa posición, crítica tras crítica, insulto tras insulto.

—¿Será el 2018 el año en el que Orense vaya a tener unos presupuestos del PP?

—Esperemos, esperemos.

—¿Examina en cada pleno Jácome su capacidad de tender puentes o pone a prueba su paciencia?

—Lo ha intentado. Busca el abrir un frente donde él se encuentre fuerte y pueda salir ganando. Hay ciertos mundo que yo no pisaré, y que no voy a pisar, porque sé que ahí voy a perder.

—¿Cómo se puede combatir con igual efectividad un discurso como el de DO?

—Al final se trata de hablar mucho. La gente piensa que los distintos responsables no hablamos, porque esa es la imagen que se intenta dar fuera, no es cierto. A veces lo que tienes que hacer es un esfuerzo mayor por llegar a puntos de encuentro y explicar el por qué no puede ser algo. Al final 2+2 son 4, y si esos 3 son coste fijo, te queda 1 para invertir y de ahí no te puedes salir.

—AVE. Iba a ser el alcalde que recibiría la Alta Velocidad en Orense pero finalmente hubo otro retraso.

—Debemos trabajar en positivo. El AVE es quizá la infraestructura más importante de este siglo para una ciudad como Orense. El AVE va a ser una realidad y creo que la ciudad va a disponer de una intermodal muy buena, un proyecto de Norman Foster.

—Cuando el ministro puso en cuestión la variante exterior, se plantó y dijo que «no era negociable». ¿Fue mal trago necesario, sabiendo que de la Serna es compañero de partido?

—No, yo en eso lo digo claramente: por encima de la ideología del partido está el bien de la ciudad. No es la primera vez que se lo he dicho a un representante del PP. Esto hay gente que no lo sabe. No es el primer ministro ni el primer secretario de Estado que le digo que por encima de las ideas de mi partido está el interés de la ciudad. Alguno ya no está de secretario de Estado, con conversaciones muy fuertes. Al final yo tengo que responder a mi vecino, porque convivo con él. Con el señor ministro o secretario de Estado de Madrid, o con el señor conselleiro de la Xunta, yo no convivo. Lo que no voy a hacer es traicionar a mi ciudad. No habría moción de confianza, antes me iría.

—En 2019, se daría por satisfecho si Orense hubiese conseguido...

—Estar mucho mejor de lo que estaba en 2015.

Jesús Vázquez: «Si yo fuese el estorbo para la ciudad, no tendría inconveniente en irme»

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