Irene Caruncho, la cedeiresa que ganó La Voz en 2016, reaparece ante las cámaras en «Aquí Non Pasa Nada»

La cantante actúa junto a la compositora Sofía Oriana Infante en el marco de la iniciativa «Aquí Non Pasa Nada», una ventana de promoción para la cultura de Ferrolterra

Vídeo: imágenes cedidas por ANPN

Andrea Carrasco

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Allá por 2016 una joven autodidacta de 21 años, Irene Caruncho (Cedeira, 1995) se plantó en el casting del exitoso programa La Voz y logró cautivar al jurado, que no dudó a la hora de seleccionarla como una de las concursantes. La cantante se metió al público en el bolsillo y terminó proclamándose ganadora absoluta de su edición. Pero, ¿qué ha sido de aquel impresionante torrente de voz?. La cedeiresa guarda buenos recuerdos de la experiencia, «me di cuenta de que me quería dedicar a la música profesionalmente», confiesa y desde entonces no ha dejado de trabajar en otras direcciones. En 2018 lanzó su primer EP, «Still running», y hace apenas una semana estrenó videoclip con su grupo Margot, el nuevo proyecto que lidera y que surge como «una nueva cara para la banda, que no esté tan enlazado con Irene Caruncho y la ganadora de la voz».

Trabaja también junto a Sofía Oriana Infante (Santiago de Compostela, 1989), una compositora que, tras años de formación en el Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner, buscó y encontró un hueco en el ámbito de la producción cinematográfica. Uno de los grandes éxitos de su carrera llegó de la mano de Isabel Coixet, componiendo la banda sonora para la película «Elisa y Marcela» , y ahora está embarcada en el cortometraje «Carne», de Camila Kater, seleccionado para su consideración en los Oscar.

«ANPN», un nuevo modo de ver la música

Irene y Sofía preparan la grabación de un disco conjunto y su presentación ante las cámaras ha sido gracias a un grupo de jóvenes ferrolanos que, ante la imposibilidad de disfrutar la música en directo en pequeñas salas debido a la pandemia de coronavirus, se han embarcado en el proyecto «Aquí Non Pasa Nada» . Pequeños conciertos en vivo que se emiten en diferido con el objetivo de dar a conocer el trabajo de artistas locales que han visto paralizada su agenda.

«Conozco la importancia de los directos en el proceso de aprendizaje de los grupos noveles. Además, es una herramienta fundamental para la promoción de los artistas, y actualmente se les está privando de esta plataforma», explica Nacho Grueiro (dueño de la sala Ruido) que, junto a Tomás García de la Plaza , (artífice de la idea), Sara Pisos (vídeo), Iago Polo (diseño y comunicación) y Lois Moreno (sonido), ha puesto en marcha este proyecto de promoción de la cultura local.

En el salón del domicilio de Tomás, en pleno barrio de la Magdalena, en Ferrol , y siguiendo todos los protocolos de prevención frente al coronavirus, este grupo de amigos ha dado un giro a los tradicionales conciertos. Trabajan codo con codo y, literalmente, por amor al arte; poniendo al alcance de los artistas los medios técnicos y humanos necesarios para que puedan seguir mostrando su trabajo al público. Valiéndose de redes sociales como Instagram, Facebook o Youtube, tratan de que este trabajo de promoción cultural rebase las fronteras gallegas y alcance a todo el territorio nacional. «Es nuestra manera de luchar por la música, sobre todo por la que tenemos más cerca. Ninguno de nosotros quería quedarse de brazos cruzados mientras nos quejábamos de que la cultura local estaba paralizada durante esta época tan difícil», cuenta Nacho.

Pero el espíritu emprendedor de estos cinco ferrolanos no se enmarca únicamente como alternativa en plena pandemia, sino que tratarán de mantener la repercusión del proyecto cuando regrese la tan ansiada vieja normalidad. «Nuestra aspiración es que cuando, en un futuro, alguien vea un cartel de alguno de los artistas que han participado en el proyecto lo reconozca gracias a ANPN, los apoye yendo a sus conciertos y les permita continuar creando».

Por el salón de Tomás han pasado grupos como Mentah, Manopuesta, Nüca o Robot Humano y las últimas han sido Irene y Sofía presentando su primer tema conjunto «To find the shadow». Ambas coinciden en destacar la importancia de proyectos como «Aquí Non Pasa Nada» para promocionar la cultura local y crear comunidad. «Estoy cansada de escuchar ideas pretenciosas que nunca se llevan a cabo. Por fin se mueven proyectos interesantes que ayudan a lo local», dice Sofía Oriana, «sacará a la luz un montón de talento».

El Covid-19 sentencia a la música en directo

A finales de 2019 cuando la Sala Súper8, uno de los locales de conciertos más emblemáticos de Ferrol, decidió echar el cierre, Nacho Grueiro (As Pontes, 1991) se atrevió a coger las riendas y la rebautizó como Sala Ruido . Su objetivo era no sentenciar un espacio en el que disfrutar de la música en directo al mismo tiempo que reservaba un hueco para el talento local . «Esta sala a lo largo de los años y pasando por diferentes manos siempre ha contribuido a la dinamización de la cultura en esta comarca y no podía permitir que nos silenciaran por completo».

Pocos meses después de la reapertura, la pandemia de coronavirus echó por tierra todos sus planes. «Ha sido un mazazo en todos los sentidos, tanto para los creadores como para los consumidores (…) En mi caso, conozco de primera mano lo que el cierre de los locales puede estar suponiendo tanto para los propietarios como para los artistas».

Difícil lo tienen también los músicos más destacados del panorama nacional pero el esfuerzo por mantener en el candelero a la escena local en estas condiciones es doble. «Durante el verano, cuando se relajaron las restricciones, fuimos de los valientes que decidieron apostar por la cultura y tratar de continuar con nuestra agenda», explica el dueño de la Sala Ruido. La ilusión duró poco más de un mes. Debido al aumento de los contagios de Covid-19 y las nuevas restricciones en la región le obligaron a bajar de nuevo la persiana.

Mientras se mantiene el parón Nacho trata de que la Sala supere el envite de la pandemia . «Estamos teniendo bastante ayuda, los caseros de la sala, que no nos están cobrando. Vamos a intentar aguantar, vamos a perder mucho dinero pero la intención es que aguante». Sin duda el cierre definitivo de la Sala Ruido sería un duro golpe para la promoción de la música en directo en la ciudad y, sobre todo, para los grupos locales que a lo largo de los años han encontrado en sus escenarios el lugar perfecto de darse a conocer. Una oportunidad que se les presenta ahora en formato audiovisual gracias a estos cinco jóvenes con su proyecto «Aquí Non Pasa Nada».

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