Galicia
Investigan al novio de la orensana Nerea Añel por su muerte en enero de 2020
El hombre pasará hoy a disposición judicial, después de que los agentes llevasen a cabo una reconstrucción de los hechos en un motel en el que pudieron coincidir
Desde que Nerea Añel desapareció, a principios de enero de 2020, su madre tuvo claro que algo malo le había pasado. Fue el Día de Reyes cuando las alarmas saltaron y se presentó la denuncia correspondiente, a la que siguieron jornadas de intensa búsqueda que no dieron resultado. En septiembre de ese mismo año, nueve meses después de que se viese a Nerea por última vez, unos senderistas encontraron unos restos en avanzado estado de descomposición que resultaron ser los de la joven orensana. La autopsia confirmó la muerte violenta, y puso a los investigadores sobre la pista de su verdugo. Este lunes, todas las hipótesis y sospechas se concentraron en su novio, que estaba en prisión cumpliendo condena por otro delito.
Las circunstancias del único investigado por el crimen obligaron a su excarcelación, tras la que fue trasladado a la comisaría de Orense. Allí, los agentes indagaron en su relación con la fallecida y en los últimos movimientos antes de su desaparición. El foco está puesto en una aldea abandonada de Barbadás , muy cerca de un motel en el que la pareja pudo haber estado. De ahí que este lunes se llevase a cabo una reconstrucción de los hechos para tratar de aclarar las circunstancias de la muerte de Nerea.
Con el caso en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de Orense, y bajo secreto, lo único que ha trascendido por el momento es que el investigado, de unos treinta años, está acusado de un delito de homicidio , pendiente de precisar a lo largo de la instrucción si con dolo o por imprudencia. Dada la gravedad de los hechos, está previsto que el hombre pase a disposición judicial a lo largo de la jornada de hoy, aunque como ya se encuentra en situación de encarcelado por otro delito la jueza Eva Armesto podría posponer su decisión hasta mañana.
Se investiga si fue víctima de violencia machista
La desaparición de Nerea, que había entrado en el mundo de las drogas , recayó en los equipos de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) y de la UFAM (Unidad de Familia y Mujer). Ellos fueron los que siguieron sus pasos hasta el motel en el que se le perdió el rastro, a unos 500 metros del lugar donde se localizó su cuerpo. El hallazgo confirmó que Nerea no se había ido por su propia voluntad, sino que alguien la había hecho desaparecer y le había dado muerte, tal y como defendió su madre, con la que había recuperado el contacto, desde el minuto uno. Ahora, un año y medio después del crimen, los agentes tratan de atar todos los cabos para saber qué le sucedió a la joven de 27 años y si su caso debe engrosar la luctuosa nómina de víctimas de la violencia machista .