PSOE CORUÑÉS
Inés Rey y Eva Martínez Acón, dos años de crisis interna en María Pita
La alcaldesa estuvo ya a punto de cesar a la concejal en mayo, pero su equipo lo frena
La tormenta política desatada esta semana en el Palacio de María Pita entre la alcaldesa de La Coruña, la socialista Inés Rey, y su concejala y secretaria local del PSOE, Eva Martínez Acón, no es flor de un día ni fruto de un arrebato. La relación entre ambas lleva dos años en un proceso de degradación constante, y que pudo haber detonado a comienzos de este año de no haber mediado los colaboradores de la alcaldesa, que le hicieron desistir momentáneamente.
I nés Rey ya no quería a Martínez Acón en su candidatura. Gonzalo Caballero se la encajó con calzador a través del Comité Federal del PSOE, contra el criterio de la aspirante y la dirección provincial. Una vez elegida alcaldesa, optó por «favorecer la integración», según las fuentes consultadas, y la puso al frente del área de Empleo, Innovación, Industria y Formación. Ahí empezaron los problemas.
En los primeros meses de gobierno, Rey va comprobando que las encomiendas que hace a Martínez Acón no son desarrolladas . Cuando pide explicaciones «la concejala dice que en su área pensaba que fijaba ella las prioridades», aseveraron testigos presenciales a ABC. El resto del grupo de gobierno no salía de su asombro por lo que se entendía como un «desafío» a la regidora.
El ambiente enrarecido no mejora. Inés Rey ya empieza a comentar con sus más próximos su «preocupación» por «las ausencias reiteradas de Eva a su responsabilidad en la concejalía» , aseguraron estas fuentes, «pero pensó que sería una crisis pasajera y decide darle un margen de tiempo».
El malestar crece a finales de 2019 conforme Martínez Acón evita participar o lo hace de manera muy fugaz «en las reuniones informales que hacía el grupo de gobierno» , al tiempo que la alcaldesa sigue molesta por la falta de proyectos presentados por su concejala de Empleo. A comienzos de año, Rey le pide por primera vez «mayor dedicación» y reclama atención al proyecto de Ciudad de las TIC, que la secretaria local del PSOE tenía asignada. Pero para sorpresa de la alcaldesa, esta «constata que la concejala no está siguiendo sus directrices» y que incluso «la pone a parir» a sus espaldas, comentarios que acababan llegando al despacho de la regidora.
Concejala «desaparecida»
La gota que colma el vaso, según detallaron a ABC fuentes municipales, fue la «desaparición» de Martínez Acón durante el estado de alarma , mientras que Rey «se puso al frente del operativo y desde el 15 de marzo hasta finales de mayo no libra un solo día de despacho diario, incluido sábados y festivos». Su concejala, por el contrario, «estaba desaparecida y despachaba telemáticamente, no asistía a las reuniones» en María Pita y todo ello «sin autorización de la alcaldesa, por su cuenta y riesgo». Es ahí cuando Inés Rey toma por primera vez la decisión de retirarle las competencias y solo la intervención de sus colaboradores consigue evitar el estallido de la crisis.
Con la «nueva normalidad» no mejora la percepción que la alcaldesa tiene de Martínez Acón. «Escasa dedicación» e «información preocupante del propio servicio de empleo» revelando que «su presencia es muy baja y no asiste a reuniones previamente fijadas». La gota que colma el vaso es el dato de solo un 12% de ejecución presupuestaria , que la edil justifica por el impacto del coronavirus. Su suerte estaba echada, según comentó Rey a sus próximos. No había remedio.
Sin embargo, Martínez Acón se reúne en octubre con Gonzalo Caballero en la sede local del PSOE «sin invitar a la alcaldesa», encuentro en el que «critica a la alcaldesa», para sorpresa de algunos presentes. Con la situación en rumbo de colisión, este noviembre Rey comunica a su edil que «debe valorar dejar el acta o la cesará de sus funciones», y entonces emerge el reproche del impago de cuotas que es equívoco: la alcaldesa y su gobierno sí ingresan al PSOE, pero según el baremo provincial —aprobado en julio con el 99% del voto, y solo la oposición de Martínez Acón— y no el autonómico. Rey reiteró hoy esta idea a preguntas de los periodistas.
Horas antes del cese, la alcaldesa recibió llamadas de Pablo Arangüena y José Antonio Quiroga, subordinados de Gonzalo Caballero, para que diese marcha atrás «o se atuviera a las consecuencias». Acón cayó. Y con ella se inició la guerra entre María Pita y O Pino, conflicto que no atisba tregua.
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