La industria auxiliar invertirá 3.000 millones en el nuevo modelo de PSA
Las empresas de componentes aspiran a un 30% de las piezas del vehículo que garantiza diez años de carga de trabajo
![El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (d) y el presidente de PSA Peugeot Citroën de Vigo, Carlos Tavares](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2016/05/21/feijoo-psa-citroen--620x349.jpg)
No será hasta el año 2017 cuando se conozca la adjudicación de los contratos asociados al nuevo modelo que fabricará la planta de PSA de Vigo, pero las perspectivas de la industria auxiliar no podían ser más favorables. «Importantes expectativas» que ayer reconocía el presidente del Cluster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga), Luciano Martínez Covelo, quien cifró en un 30% el volumen de piezas a las que aspiran las empresas de componentes , de modo que igualen a las logradas con el K9 (la nueva generación de furgonetas cuya producción arrancará en 2018).
El directivo se manifestó en estos términos tras participar junto al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el conselleiro Francisco Conde, el director de PSA Vigo, Yann Martin, y el responsable del CTAG, Antonio Santos, en una reunión para valorar el impacto que tendrá en el ámbito de la automoción la llegada del bautizado como V20 , el nombre técnico que recibe el nuevo proyecto industrial.
En este sentido, indicó que tras el anuncio el pasado miércoles del presidente del grupo galo, Carlos Tabares, «los proveedores empezamos ahora la carrera y con el objetivo de lograr que la mayor parte de las piezas se queden en Galicia». Es más, según avanzó, ya hay compañías que están trabajando con vistas al V20.
«Debemos ampliar nuestras miras y saber competir con otros centros similares, desarrollar tecnología para nuevos productos», añadió a este respecto el presidente del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), Antonio Santos.
Efecto dominó
Para montar el nuevo modelo, un turismo sobre el que la compañía automovilística guarda absoluto hermetismo, pero que todo apunta a que podría ser el sustituto del Peugeot 2008 que actualmente se fabrica en la planta de Mulhouse (Francia), la firma invertirá 640 millones de euros a los que la industria auxiliar sumará un montante de 3.000 adicionales , atendiendo a las cifras que desveló el mandatario autonómico. Feijóo hizo así referencia al efecto multiplicador que llevará asociada la llegada de este proyecto, que viene a complementar al K9. Se cierra así un círculo que garantiza un decenio de carga de trabajo con la vista puesta en el horizonte de 2026.
El presidente de la Xunta no pasó por alto en su intervención el papel «determinante» que han jugado en la adjudicación tanto el Ceaga como el CTAG, y prometió que la Administración gallega sabrá estar a la altura de los nuevos retos a los que se enfrenta la automoción gallega.
A este respecto, y aprovechando la que fue su segunda visita a Vigo en esta semana con motivo del V20, hizo dos anuncios que vienen a respaldar esta afirmación. Por un lado, avanzó que en el próximo Consello de la Xunta se aprobará un paquete económico con cargo al superávit (más de 200 millones por haberse ajustado a los objetivos de déficit) con líneas de financiación y otras ayudas para el conjunto de la industria gallega. Por otro, animó al CTAG a ampliar su plantilla de ingenieros acudiendo a la convocatoria anunciada para la contratación de 300 investigadores que financiará el Ejecutivo autonómico.
Por su parte, el director de la factoría de Balaídos, que se mantuvo en la rueda de prensa celebrada en la Delegación de la Xunta en Vigo en un segundo plano, evitó concretar el efecto que tendrá en términos laborales la fabricación de este vehículo, que garantiza un elevado volumen de producción (entre 450.000 y 500.000 unidades). Así, tras reunirse con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, a primera hora de la mañana, Yann Martin atribuyó la adjudicación al trabajo conjunto desarrollado por «trabajadores, proveedores y otros agentes».
En este sentido, reconoció que el modelo en liza implicará «cargar la planta a tope». Si bien, pese a que las estimaciones no pueden ser más optimistas, el máximo responsable de la planta olívica señaló que es complicado, «a cinco años vista», estimar los efectos de tal saturación . «Depende de muchos factores», apuntó, para citar como ejemplo «el éxito del coche» en el mercado. «Ahora vamos a trabajar, peleemos y veremos si conseguimos más proyectos», zanjó.
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